El PP reprocha «mala praxis» a Bárcenas

El abogado del PP, Jesús Santos, ha reprochado al que fuera tesorero del partido Luis Bárcenas «mala praxis» por «abusar de la confianza» depositada en él para llevar las cuentas del partido, así como para anotar ciertas cantidades en unos documentos que no hacían referencia a la contabilidad oficial de la formación política. En este sentido, ha señalado que tan sólo se han podido corroborar un «3,7 por ciento» de los apuntes reflejados en los conocidos como ‘papeles de Bárcenas’.

Así lo ha manifestado Santos durante su informe final, el último que ha escuchado el tribunal de la Audiencia Nacional que juzga el presunto pago de parte de la reforma de la sede nacional del PP con dinero de la caja ‘b’ antes de dejar el juicio «visto para sentencia». La formación política se encuentra en este procedimiento como presunto responsable civil subsidiario.

Según Santos, el partido no sabe por qué ni cuándo Bárcenas elaboró unos documentos sobre una supuesta caja ‘b’, pero ha destacado que en el juicio por la primera época de la trama Gürtel, por la que el extesorero del PP está condenado a 29 años y un mes de cárcel, ya quedó acreditado que, «aprovechándose de su condición de gerente», llegó a disponer en cuentas en Suiza hasta «47 millones de euros».

«Lo que no se ha podido acreditar en este juicio es el origen de esos fondos porque no nos ha dado ninguna explicación», ha añadido el abogado del PP, que ha instado a Bárcenas a dar este tipo de explicaciones ante un tribunal para mostrar un «arrepentimiento total», ha dicho en alusión a la confesión de los hechos por parte del extesorero.

En este sentido, ha afirmado que Bárcenas ha dado en este juicio su «duodécima versión» de los hechos, llena de «incongruencias, medias verdades, dobles mentiras». Además, ha tachado de «impostura» su disposición a colaborar con la Justicia porque «conoce perfectamente que después de su condena (por Gürtel) las consecuencias de asumir esta confesión no tiene ninguna trascendencia penológica para él».

LOS PAPELES DE BÁRCENAS, UNA «CORTINA DE HUMO»

Sobre los ‘papeles de Bárcenas’, el letrado, cuyo objetivo en este juicio ha sido desacreditarlos, ha asegurado que el extesorero los confeccionó para que sirvieran de «cortina de humo para distraer a los tribunales y centrar la atención en la presunta financiación irregular del PP» y él «pasar a un segundo plano.

«Qué casualidad que estos papeles del señor Bárcenas salgan a la luz en el momento en que se tiene conocimiento de que ha llegado a la Audiencia Nacional los documentos de la comisión rogatoria de sus movimientos en Suiza», ha indicado el abogado del PP.

Asimismo, ha resaltado que el extesorero y exsenador ‘popular’ ofreció una explicación «ilógica e irracional» sobre por qué tenía dos versiones sobre unos mismos apuntes, apareciendo en una de ellas el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy y en otra no.

Con todo ello, Santos ha enfatizado que en cualquier caso «son documentos privados, fotocopias» y que «solo el 3,7 por ciento han podido corroborarse por otro medio de prueba».

Ese porcentaje hace referencia a los «seis testigos» que han reconocido en sede judicial haber recibido unas cantidades del partido popular, ha explicado el abogado, al tiempo que ha precisado que se trata de ayudas que dio el PP a gente cercana al partido como víctimas del terrorismo «en un momento, en los años 90, en las que sufrían el más absoluto abandono por las instituciones del Gobierno y por todos.

«No tenía ningún interés el PP en ocultar estas ayudas que se ocultaron», ha asegurado Santos achacando a «una mala praxis de Bárcenas como gerente» que estas entregas aparezcan en los documentos sobre la presunta caja ‘b’ y no en la contabilidad oficial.

Así, para el abogado del PP, Bárcenas no sólo eludió los controles del partido con estas anotaciones, sino que «abusó de la confianza» que le había dado el partido y que había depositado en él el entonces tesorero, el fallecido Álvaro Lapuerta.

TESTIGOS QUE NO RECONOCIERON LOS APUNTES DE BÁRCENAS

Para ahondar en la falsedad de los apuntes, ha indicado que una «treintena» de testigos no los han corroborado. Por un lado, empresarios que no reconocieron haber donado dinero al partido y por otro, «expresidentes del Gobierno, exsecretarios generales, exministros, exdiputados y exsenadores que han negado» haber recibido complementos salariales procedentes de la caja ‘b’.

Ha añadido que otras de las personas que han testificado en la vista oral también han descrito al extesorero como «una persona hermética, distante, reservada, que tenía una caja de seguridad en su despacho, que se encerraba en el mismo y que tenía el control absoluto de las finanzas, de la contabilidad, que hacía y deshacía como quería, que era como un dios».

Durante su intervención, el abogado del PP también ha cargado duramente contra el inspector jefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) Manuel Morocho, que dio validez a los ‘papeles de Bárcenas’.

Ha subrayado que el inspector respondió a preguntas de las partes, especialmente a las suyas, con «respuestas inexactas» y que el tribunal le tuvo que llamar la atención por eludir preguntas con «silencios».

En contra de los informes de la UDEF, ha puesto de relieve, entre otros, los elaborados por los peritos de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) que tacharon los ‘papeles de Bárcenas’ de «chapuceros» y señalaron que las anotaciones de pago de sobresueldos a exdirigentes del PP parecían que tenían la intención de «perjudicar a los que ahí aparecen».

CONDENA EN COSTAS A LAS ACUSACIONES POPULARES

Por último, el PP ha interesado que se condene en costas a las acusaciones populares por realizar acusaciones «sin fundamento, sin consistencia técnica y con una desmesura que no puede salir gratis» y con el fin de «desgastar» políticamente al partido.

«Han sido temerarias, infundadas y contrarias a los principios de buena fe y legalidad», ha concluido Santos, al tiempo que ha puesto de manifiesto que incluso una de ellas, la de Izquierda Unida llegó a acusar por el delito de organización criminal aunque no estaba «vigente» en el momento de los hechos enjuiciados.