La formación política Partido Justicia y Desarrollo (PJD), el partido del primer ministro marroquí, Saadeddine Othmani, ha criticado este lunes la recepción del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en España, un acto que ha considerado como «inaceptable» y «pura provocación».
A través de un comunicado emitido tras una reunión que llevan a cabo todos los meses para examinar acontecimientos políticos nacionales e internacionales, recogido por la agencia de noticias MAP, el partido señala que es una acción «en contradicción con las sólidas relaciones bilaterales».
En este contexto, ha instado al Gobierno español a que defina «claramente su posición sobre esta flagrante violación y que emprenda de inmediato todo lo que sea probable para remediar esta violación», una actitud frente a la que ha demostrado su «enérgica condena».
En el escrito, la secretaría general de la formación política ha recordado que Ghali «es objeto de graves acusaciones vinculadas a violaciones de los Derechos Humanos, crímenes de lesa humanidad y flagrantes violaciones de los derechos de los secuestrados en los campamentos de Tinduf».
Esta condena se suma al rechazo generalizado que ha producido en Marruecos la presencia de Ghali en España, precisamente este domingo el partido Istiqlal se dirigía en una misiva al secretario general del Partido Popular español, Pablo Casado, para protestar por esta acción.
Además, en su comunicado el PJD también ha condenado «enérgicamente las violaciones contra la Mezquita Al Aqsa y la insistencia en ingresar a sus explanadas y violar su sacralidad» en Jerusalén, así como «las violaciones en todas las demás áreas de la ciudad santa», mientras ha renovado su apoyo «al pueblo palestino en su continua lucha por su independencia y por la liberación de sus tierras».
Ghali, también presidente de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD), se encuentra hospitalizado desde hace dos semanas en un hospital de Logroño para recibir tratamiento contra la COVID-19. El Gobierno español ha justificado la decisión de su acogida por razones estrictamente humanitarias.
La llegada del líder del Polisario a España suscitó malestar desde el primer momento en Rabat. Desde Marruecos han acusado a España de omitir de manera premeditada la acogida de Ghali en lo que han descrito como una decisión contraria a la relación de «buena vecindad» entre ambos países y de la que el reino alauí «extraerá sus consecuencias».
Sin embargo, la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, ha asegurado que se han dado «las explicaciones oportunas sobre las circunstancias que nos llevaron a acoger por razones estrictamente humanitarias» a Ghali y ha insistido en las buenas relaciones existentes entre los dos países.
Uno de los aspectos que más parece haber molestado a Marruecos es el hecho de que Ghali tiene causas pendientes ante la justicia española y no se ha procedido a su arresto. Eso es también lo que ha solicitado la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADEDH) en virtud de una causa pendiente por delitos cometidos presuntamente contra la población saharaui disidente refugiada en los campamentos saharauis de Tinduf (Argelia).