Presentado muchas veces como aperitivo o como parte de un bocadillo, el jamón serrano tiene una variante muy interesante y con muchos usos, aunque resalta como aderezo para distintos platos y ensaladas.
Hablamos del jamón serrano crujiente cuya preparación es sencillísima y en pocos minutos, con opción a utilizar un horno convencional o uno microondas. Sea cual sea la elección de tu preferencia, este alimento podrá acompañar tus platos favoritos agregando color y textura a tus comidas, mucho más de lo que la simple sal puede hacer.
¿Qué es el jamón serrano?
Es un alimento que proviene de la salazón y posterior secado al aire de las patas de cerdo traseras. Su nombre se debe a que el curado se acostumbra a realizar en lugares de altura en las sierras ya que las temperaturas bajas facilitan la curación.
Su procedencia es española y puede derivar de cerdos de raza ibérica (en tal caso, el jamón es denominado jamón ibérico o jamón de bellota si el animal tuvo ingesta de ésta durante el proceso de engorde) o también de raza blanca. Los denominados Duroc (americanos) ofrecen paletas y jamones más infiltrados y con más grasa dorsal que los blancos y es tan reconocido que el jamón serano español en el tercer trimestre de 2020 fue comercializado en 549.041 piezas.
En referencia a sus propiedades nutricionales, el proceso de curación desarrolla proteínas de alta calidad, de hecho, llega a obtener mayor cantidad que las que tiene el producto fresco. Además, éste no necesita colorantes y es un digestivo rico también en vitamina B1 y B6, fósforo, potasio, zinc y hierro y hay toda una técnica para cortarlo, que comienza por cómo empezar un jamón.
Ingredientes para elaborar un crujiente de jamón
- Lonchas de jamón
- Papel parafinado
Si leíste lonchas y no sabes de qué hablamos, te interesa esto:
Cuando escuchas la palabra “lonchas”, debes saber que se refiere al resultado de cortar de manera fina y no muy alargada nuestra pieza de jamón serrano. Este término también aplica cuando se refiere al corte de otras piezas curadas, embutidas o hasta carnes crudas (por ejemplo: el carpaccio).
La perfecta loncha de jamón
Las lonchas ideales deben presentar un fresco color rojo y algunas vetas de grasa, deben ser algo traslucidas y su tamaño no debe ser superior al de un bocado. Si su corte proviene de jamón ibérico, al entrar en la boca, su calor la derretirá hasta fundirse y en ese momento sabremos que habremos degustado un perfecto bocado de jamón serrano.
Metamos las lonchas al horno y preparemos nuestra receta
Si decides utilizar un horno convencional, puedes precalentarlo a 180 °C, luego en una bandeja colocas el papel parafinado y sobre él agregas tus lonchas de jamón serrano. Sobre éstas colocas otra hoja de papel parafinado y algún elemento de peso que mantenga todo en su lugar al momento de la cocción (puede ser otra bandeja).
Ya todo listo, introduces tus lonchas al horno durante unos 20 minutos, al retirarlas puede que aún no estén crujientes por el calor que conservan, sólo debes retirarlas de la bandeja y pasarlas a un plato para esperar a que enfríen. En ese momento notaras lo crujiente que quedan.
Si por el contrario tienes un microondas para preparar tu receta, puedes agregar tus lonchas en un plato, separadas unas de otra. Introdúcelas en el horno por unos 30 segundos a su máxima potencia, si al retirarlas no están totalmente seca, repite el proceso. Al terminar, colócalas en un lugar para que se enfríen y logren la textura deseada.
Luego de obtener la textura crujiente que buscamos, y dependiendo del plato que decidas aderezar, puedes triturar cada loncha lo más pequeñas posible con un macerador para hacer la sal de jamón, cortarlas en trozos medianos o pequeños para decoración o dejarlas entera para cubrir de cremas y vegetales y presentarlos como un bocado.
Usos del jamón serrano crujiente
En el gran espectro culinario, existen miles de posibilidades para usar el jamón serrano crujiente en las mejores comidas, su sabor y textura puedes combinarlos y, dependiendo del tamaño, podrás acompañar, decorar o aderezar lo que quieras. Como muestra de esto, podemos mencionar dos platos a los que les queda bien este delicioso elemento.
Risotto de setas y crujiente de jamón:
Delicioso plato cremoso típico de la cocina italiana de arroz saborizado con queso parmesano, cebolla, champiñones y vino blanco. En este plato es posible utilizar lonchas del jamón para aumentar el nivel de sal, dar color y como bocado final.
- 400 gr de arroz arbóreo
- 100 gr de setas
- 100 gr de champiñones frescos
- 1 cebolla
- ½ taza de vino blanco
- 1 ½ lt de caldo de pollo
- 5 gr de queso parmesano rallado
- 2 lonchas de jamón serrano
- Sal y aceite
Para elaborar esta receta, primero saltea la cebolla cortada en trozos pequeños, cuando estén sofritas, agrega las setas y champiñones picados en trozos pequeños. A los pocos minutos, se coloca el fuego a máxima potencia e incorpora el vino blanco permitiendo que evapore el alcohol por 2 minutos. Luego baja el fuego, añade el arroz y remuévelo.
Luego de calentar el caldo de pollo, añade una taza para que el arroz la absorba y luego añade otra, repitiendo el proceso por 15 a 20 minutos hasta ver que esté cremoso y listo en el centro. Luego añade el queso parmesano, y deja que enfríe la olla durante 5 minutos.
Ahora preparas el crujiente de jamón y, al servir el arroz, utiliza trozos grandes de éste para incorporarlos en el tope de la ración como decoración. Su colocación brindará el sabor salado ideal y el color y textura complementarios para hacerlo relucir
Brochetas de melón con crujiente de jamón:
Necesitamos 1 melón entero, las crujientes de jamón preparadas previamente y algunas brochetas para colocar esta obra de arte. Elegante, sencillo y muy delicioso, una combinación eficaz para crear el mejor aperitivo.
Cortas bolitas de melón con una cuchara para servir helado y las insertas una a una en brochetas, trituras tu crujiente jamón y lo colocas como toping en todas las bolitas para contrarrestar el dulce natural del melón y listo.