La Colección del Museo Ruso presenta tres exposiciones y renueva al completo sus salas con la muestra anual ‘Guerra y paz en el arte ruso’, y las dos temporales ‘Iván Aivazovsky y los pintores marinistas en Rusia’ y ‘Lev Tolstói. El camino de la vida’.
La muestra anual se podrá visitar hasta abril de 2022, mientras que las temporales estarán en sala hasta octubre de este año. Las salas expositivas están abiertas al público a partir de este viernes a las 17.00 horas. Las tres muestras cuentan con la colaboración de la Fundación «la Caixa».
En el transcurso de la presentación la formación musical ruso-española Masha Ocean Quarter ha interpretado varias piezas musicales, coincidiendo con la celebración del Día Internacional del Jazz, el 30 de abril.
Además, durante el fin de semana, se han programado una serie de actividades especiales, como son las visitas crono. El próximo domingo, 2 de mayo, la entrada será gratuita durante toda la jornada.
Las tres exposiciones coinciden en desvelar la inexorable unión entre conceptos, en principio antagónicos, pero que no se entienden los unos sin los otros, como son la guerra y la paz, presente en la muestra anual y el Espacio 3 dedicado a Lev Tolstói, y cómo se revela el mar en calma y, también, en la tempestad, en las salas de la temporal.
‘GUERRA Y PAZ EN EL ARTE RUSO’
La exposición ‘Guerra y paz’ en el arte ruso está compuesta por 183 obras, que ofrecen una mirada completa, desde distintas perspectivas, sobre dos polos antagónicos y esenciales de la vida. La creación y producción artística con tema bélico fue tan importante en Rusia que dio lugar a un género propio.
En la Edad Media ya se podían apreciar en la pintura de iconos los motivos militares. Cuando Rusia se convierte en imperio, en el siglo XVIII, y se funda la Academia Imperial de las Artes de San Petersburgo en 1757, este género resurge con nuevas corrientes e influencias artísticas.
Creadores alemanes y franceses estrechamente vinculados con Rusia desempeñaron un papel destacado en la formación y el desarrollo de la escuela nacional de pintura de batallas. Entre ellos figuran Gottfried Willewalde, Theodor Horschelt, Aleksandr Kotzebue, Adolph Charlemagne, Franz Roubaud y Rudolf Frenz, destacando en el retrato militar el inglés George Dawe. Entre los escultores que se dedicaron a esta temática, fueron especialmente famosos Piotr Klodt y Yevgueni Lanceray.
Se puede afirmar que ya en la segunda mitad del siglo XIX, los artistas rusos, relacionados sobre todo con la escuela realista, pasaron a ocupar un lugar preponderante en este género. Las representaciones de las consecuencias nefastas de la guerra, destacando los aspectos cotidianos, son las más frecuentes durante esta época.
La I Guerra Mundial marcó un antes y un después en el desarrollo artístico. En su percepción de la guerra, el pacifismo de Tolstói triunfó sobre otras corrientes. Su obra sienta algunas de las bases ideológicas que desembocarían en la Revolución de Octubre. Estos hechos dieron lugar al estado soviético liderado por Lenin.
Durante este periodo, también se vieron impulsadas las corrientes vanguardistas y nombres destacados aparecen en escena, como Kazimir Malévich, Sofia Dímshits-Tolstaia, Aleksandr Labás, Izrail Lizak, Yuri Jrzhanovski, entre otros. A partir de la década de 1930, una vez agotado el impulso posrevolucionario, surge el arte del realismo soviético y, además de retomar el naturalismo, que se refleja en retratos de líderes y jefes militares, también se muestran escenas de la guerra civil que terminaría con la victoria bolchevique.
Acontecimientos relevantes, como las batallas de Moscú y Stalingrado, la defensa de Sebastopol y el sitio de Leningrado, la toma de Königsberg y la de Berlín, entre otros, fueron representados por los artistas rusos más importantes de la época, como Yaroslav Nikoláiev, Nikolái Rutkovski o Aleksandr Rusakov.
La Gran Guerra Patria y sus consecuencias siguen vivas en el recuerdo de la sociedad rusa, y así se refleja en las obras Gueli Kórzhev, Borís Ugárov o Andréi Mílnikov, con el objetivo de reflexionar sobre lo acontecido y evitar que se vuelva a repetir.
‘IVÁN AIVAZOVSKY Y LOS PINTORES MARINISTAS EN RUSIA’
Por otro lado, la nueva exposición temporal de la Colección del Museo Ruso es una selección de obras artísticas reunidas en torno a un conjunto de piezas maestras del pintor y marinista Iván Konstantínovich Aivazovsky (Feodosia, Crimea, 17/29 de mayo de 1817 – 19 de abril/2 de mayo de 1900). Fue un artista prolífico, con más de seis mil obras producidas y un estilo propio que marcó el inicio de este género en Rusia.
Esta muestra propone a lo largo de 39 piezas artísticas, de las que 25 son obra de Aivazovsky, un viaje por las diferentes representaciones del agua, el mar y el océano, bien en calma o embravecido, como paisaje, inspiración religiosa o escenario de batallas. Aivazovsky, que poseía un talento natural brillante, gozó del reconocimiento y de la admiración de las instituciones oficiales rusas y, por supuesto, del público.
La exposición que se presenta en Málaga está formada por cuadros que provienen de esas colecciones, sin olvidar que muchas de ellos figuraron en las colecciones particulares de los monarcas o los Grandes Duques. Es también destacable la influencia que la obra de Aivazovsky tuvo sobre la constitución del género marinista en la pintura rusa moderna y la más contemporánea. En algunas pinturas de Konstantín Krugovijin (1815-¿?), Aleksandr Dórogov (1819-1850) y Alekséi Bogoliubov (1824-1896) se perciben reminiscencias de su trabajo y técnica.
El tema marino también es recurrente en pintores del siglo XX, como Konstantín Istomin (1887-1942), Vasili Shujaev (1887-1973), Borís Yákovlev (1890-1972), Vasili Meshkov (1893-1963) e Izraíl Lizak (1905-1973).
‘LEV TOLSTÓI. EL CAMINO DE LA VIDA’
Por otro lado, el Espacio 3 de la Colección del Museo Ruso acoge exposiciones de pequeño formato que complementan el discurso de las principales con obras cuidadosamente elegidas. En esta ocasión el título evocador de la exposición anual, que alude a la novela ‘Guerra y paz’, una de las obras literarias más notables de la cultura universal escrita y publicada en 1869 por Lev Tolstói (1828-1910), traducida en numerosos idiomas y llevada al cine, es el argumento principal de esta muestra.
‘Lev Tolstói. El camino de la vida’ es una exposición intimista, formada por 39 piezas procedentes de los fondos del Museo Estatal Ruso de San Petersburgo. A través de los retratos realizados en vida por maestros contemporáneos del escritor, piezas pictóricas, gráficas y esculturas se pueden intuir las relaciones que el escritor mantuvo con un gran número de artistas y el genuino diálogo de creadores que se produjo entre ellos.
Así, se presentan ilustraciones de las novelas de Tolstói Guerra y paz y Hadjí Murat a través de los dibujos de Dementii Shmárinov (1907-1999) y las acuarelas de Evgueni Lanceray (1875-1946). La exposición se completa con las representaciones y litografías del viajero inglés John-Thomas James (1786-1828) y los dibujos de Lanceray del Gran Duque Grigori Gagarin (1810-1896).
Las exposiciones han sido presentadas con la presencia del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el embajador de la Federación Rusa en Madrid, Yuri P. Korchagin; y el director del Museo Estatal Ruso de San Petersburgo, Vladimir Gusev.
En el acto han estado acompañados por la concejala de Cultura, Noelia Losada; el director de la Agencia Pública para la Gestión de la Casa Natal de Pablo Ruiz Picasso y otros Equipamientos Museísticos y Culturales, José María Luna; la comisaria, Evgenia Petrova; el director comercial de Caixabank en Málaga, Córdoba, Jaén, Campo de Gibraltar, Ceuta y Melilla, Gerardo Cuartero; y el responsable territorial en Andalucía, Ceuta y Melilla de la Fundación «la Caixa», Juan Carlos Barroso.