- La bodega Familia Conesa-Pago Guijoso presenta la añada 2018 de El Beso de las Uvas Chardonnay, un vino blanco de autor fermentado en barrica y con denominación de origen Pago Guijoso, en edición limitada de solo 6.000 botellas.
- Brillante, profundo y versátil, permite descubrir todo lo que se encierra en un beso: cariño, ternura, sensualidad, fuerza, pasión… emociones que coinciden con lo necesario para elaborar un bien vino.
- Ubicada en el campo de Montiel a 1.100 metros de altitud, Familia Conesa-Pago Guijoso cuenta con la denominación de origen Vino de Pago, la máxima distinción en materia vinícola que otorga la legislación española y que solo poseen 20 bodegas.
Perteneciente a una saga de agricultores de segunda generación, Familia Conesa-Pago Guijoso es una de las 20 bodegas que cuenta con la codiciada denominación de origen Vino de Pago, máximo reconocimiento a la calidad y la singularidad del terruño y del vino que existe en nuestro país. Se encuentra en El Guijoso, una de las mejores fincas de Europa: 3.000 hectáreas en la histórica comarca de Campo de Montiel (Albacete) que acogen un espectacular sabinar, diferentes cultivos ecológicos –incluyendo el viñedo, diseñado por el gurú de la viticultura Richard Smart– y una cabaña ganadera ovina de la que proceden sus quesos manchegos Hacienda Guijoso.
Las 122 hectáreas de viñedo de Familia Conesa-Pago Guijoso se encuentran a 1.100 metros sobre el nivel del mar. Esta altitud, junto a su ubicación entre dos parques naturales –las lagunas de Ruidera y la sierra de Alcaraz– favorece una climatología única y extrema, con fuertes contrastes de temperatura entre el día y la noche responsables de una maduración lenta de la uva; por su parte, el suelo de guijarros –que dan nombre al pago, Guijoso– aporta mineralidad y complejidad a sus vinos, todos ecológicos y de extraordinaria relación calidad-precio.
El Beso: un vino de autor
Dentro de la gama de vinos de Familia Conesa-Pago Guijoso, El Beso da nombre a sus vinos de autor, una colección formada un tinto y un blanco pero que varía cada año, ya que responde al capricho de su creador; puede incluir desde un monovarietal procedente de una añada excelente hasta un coupage de diferentes variedades e incluso añadas.
El Beso de las Uvas 2018 (D.O. Pago Guijoso) es un 100 % Chardonnay –procede del mismo viñedo que La Doncella Chardonnay 2019, referencia de la bodega que fue reconocida como uno de los diez mejores Chardonnay del mundo y mejor de España en el concurso internacional Chardonnay du Monde 2020– fermentado en barrica que llega al mercado en una edición limitada de solo 6.000 botellas, numeradas en la contraetiqueta.
Una añada excelente
Climatológicamente, la cosecha 2018 se caracterizó por una pluviometría moderada, localizada principalmente a principios de la primavera. Por tanto, la planta se desarrolló muy bien y el fruto estuvo sometido a un estrés hídrico determinado, lo que resultó en una añada calificada de excelente.
El Beso de las Uvas Chardonnay 2018 se encuba en depósitos de acero inoxidable; el mosto flor se extrae por decantación y se realiza una maceración prefermentativa durante 24 horas. A continuación, se trasiega a barricas de roble francés de 225 litros, de la prestigiosa tonelería Radoux, con un tostado Evolution: las duelas en las que descansa el vino van sin tostar, las centrales presentan un tostado ligero y las superiores, un tostado plus. La microoxigenación y la integración de diferentes aportes de madera en los cinco meses de crianza dan como resultado una obra maestra de la enología.
Notas de ahumados
En cuanto a notas de cata, El Beso de las Uvas Chardonnay 2018 presenta un color amarillo paja intenso con destellos dorados. Es brillante y ofrece abundante lágrima. En boca es untuoso y denso, con una muy buena estructura, predominando notas de ahumados y con un postgusto medio-alto que le aporta mayor sensación de longitud. Su atractiva etiqueta representa dos uvas en superposición.
Ubicada en la histórica comarca del Campo de Montiel (Albacete), a unos 17 kilómetros de la localidad de El Bonillo, El Guijoso está reconocida como una de las mejores fincas de Europa en cuanto a conservación de la biodiversidad. En sus pedregosas tierras, por las que discurre un río, cohabitan numerosas especies animales (conejos, liebres, perdices, ciervos, jabalís y algunas protegidas como la avutarda, el águila imperial o el lince ibérico) y crecen de forma natural romero, tomillo, lavanda, pinos, encinas, enebros y uno de los sabinares más valiosos de la Península, con ejemplares de hasta 2.000 años. Actualmente alberga además una importantísima explotación agrícola y ganadera que dedica 1.400 de sus 2.000 hectáreas a diferentes cultivos (hortalizas, árboles frutales, etc.), todos ellos con certificación ecológica, incluido el viñedo.
Equipo excepcional
En Familia Conesa-Pago Guijoso son conscientes de que para hacer un buen vino no basta con tener un terruño excepcional; además, hay que saber entenderlo y, sobre todo, trabajarlo y, para ello, el equipo humano es fundamental.
Este está liderado por Pedro Carrascosa, director general de la bodega y viticultor por tradición familiar que cuenta con formación en ingeniería agrícola y enología, una dilatada carrera en diferentes bodegas de la talla de CVNE y una interesante experiencia vital que le llevó a ser cazador profesional en África durante cinco años. «En bodega –explica– conjugamos las más modernas tecnologías con una labor absolutamente artesanal» y se apuesta por el batonnage (crianza sobre lías) en el caso de los vinos blancos y por crianzas mínimas de seis meses en el de los tintos.