- En un espacio que transporta al interior de un lujoso barco de vapor, El Telégrafo propone disfrutar de toda la esencia del mar a través de los mejores mariscos y pescados frescos de nuestras costas.
- La temporalidad del producto es uno de los valores que se defienden desde la cocina de El Telégrafo, donde cuentan con sugerencias diarias fuera de carta con lo mejor del mercado, llegando a ofrecer algunos días más de 10 platos adicionales.
- El restaurante comparte ubicación con la Vinoteca, la tienda especializada en vino y productos gourmet de Grupo Oter, lo que permite al comensal elegir entre una variedad de más de 1.000 etiquetas de vinos de grandes bodegas.
Cuando en 1995 Grupo Oter abría las puertas de El Telégrafo, su restaurante de diseño e interiorismo marinero que transporta al interior de un lujoso barco de vapor, iniciaba una aventura cuyo objetivo era invitar a sus comensales a vivir una experiencia gastronómica auténtica en la que el mar es el gran protagonista.
Más allá de su especial atmósfera, El Telégrafo traía a Madrid la oportunidad de sumergirse en un pequeño puerto de mar en el corazón de Chamartín en el que disfrutar de los mejores mariscos frescos de nuestras costas. Ahora, más de 25 años después de su apertura, El Telégrafo sigue siendo un punto de encuentro clave para aquellos amantes de la cocina de mercado de corte tradicional que priman la calidad y el cuidado en la cocina.
Esteban Gelado Cruz al mando
Así, con el chef Esteban Gelado Cruz al mando de sus fogones desde su apertura, El Telégrafo zarpaba con una filosofía clara y definida: traer a la capital los mejores productos de nuestras costas. Unos valores a los que se han mantenido fieles durante más de dos décadas y que han granjeado al restaurante el éxito entre el público madrileño.
Nécoras gallegas, langostinos de Sanlúcar, bogavante del Cantábrico, carabineros de Huelva, cigalas de Marín, gamba roja de Denia y pescados como el lenguado, la merluza o el besugo, seleccionados y traídos directamente desde las lonjas de Guetaria, Cudillero, Isla Cristina, Jávea, Denia, Palamós o Burela, comparten así protagonismo en una carta en la que también se dan cita guisos, marmitas, arroces o calderetas y otras especialidades destacables de la casa como el ragut de capón de corral al vino tinto.
Importancia del vino
Además, El Telégrafo defiende desde su cocina la temporalidad del producto, por lo que cuenta con sugerencias diarias fuera de carta con lo mejor del mercado, llegando a ofrecer algunos días más de 10 platos adicionales.
El vino es otro de los elementos fundamentales de la experiencia en El Telégrafo. Tanto es así que el restaurante comparte espacio con la Vinoteca, la tienda especializada en vino y productos gourmets de Grupo Oter. De esta forma, de la mano de Gabriel Hernández, sumiller de El Telégrafo, y de Gema Gordon, sumiller de la Vinoteca, los comensales del restaurante pueden elegir entre una variedad de más de 1.000 etiquetas de alabados vinos de grandes bodegas de diferentes regiones y continentes.
Decorado como un barco
Para disfrutar plenamente de cada visita, El Telégrafo dispone de diferentes espacios que, diseñados por el estudio Pentadiseño, recrean el interior de un barco. Decorado con ojos de buey, banderas marineras, muros recubiertos de chapas con remaches propios de una estructura naval, maquetas de barcos, sextantes, cabos… el restaurante recibe a sus clientes con una barra de tapeo con un mostrador habilitado para la venta de marisco para llevar, continúa con un salón principal, en el que se encuentran espacios coquetos propicios para la intimidad y con otros más amplios que favorecen un ambiente más distendido.
Así mismo, cuenta con dos camarotes estancos que hacen las veces de reservados, espacios íntimos y acogedores perfectos para encuentros en los que se busca la privacidad. Además, dispone de una terraza cubierta con vistas a la calle perfectamente acondicionada y habilitada para ser utilizada en cualquier época del año y de una terraza de verano a pie de calle en la que la vegetación y las plantas son las grandes protagonistas.
Buque del Grupo Oter
En definitiva, El Telégrafo es un proyecto consolidado con el sello de calidad de Grupo Oter que durante más de dos décadas ha sido capaz de conquistar el corazón del público madrileño, adaptándose y adecuándose a las tendencias y necesidades del público actual. El Grupo Oter es un grupo de restauración familiar fundado por Gerardo Oter en 1972. A los 17 años, su fundador se mudó a la capital en búsqueda de su sueño; abrir un restaurante con productos de extrema calidad y un esmerado servicio en sala. Siete años después y con solo 25 años, abre El Barril, su primer local en el barrio de Salamanca.
Tras su excelente gestión, se consolidó el Grupo Oter, que hoy en día cuenta con 25 restaurantes en la capital. Cada establecimiento cuenta con su propia identidad, pero todos los restaurantes comparten el mismo sello de calidad, cuidando con esmero cada detalle desde el producto hasta el servicio en sala. Asimismo, todos los restaurantes tienen un denominador común; la cocina de mercado de corte tradicional, donde ofrecen marisquerías clásicas y modernas, arrocerías, cocina asturiana, andaluza, mediterránea e incluso italiana.