Un equipo de investigadores del Hospital Clínico San Carlos y del Hospital Enfermera Isabel Zendal ha iniciado un ensayo clínico que permitirá determinar si los probióticos pueden ser beneficiosos en una recuperación más rápida en pacientes diagnosticados de Covid-19 y con menos secuelas posteriores.
Los probióticos son alimentos o suplementos que contienen microorganismos vivos destinados a mantener la microbiota intestinal, la cual se compone principalmente de un conjunto de bacterias que viven en el intestino y que son importantes para el estado de salud de nuestro organismo, debido a su participación de manera muy especial en la regulación del sistema inmune o en la absorción de nutrientes.
Los pacientes con Covid-19 presentan una gran variabilidad en su evolución clínica, desde los asintomáticos hasta los que necesitan ingreso en las unidades de cuidados intensivos, lo que parece estar relacionado con la fortaleza de su sistema inmunitario frente a los patógenos.
En este sentido, los investigadores creen que, dada la estrecha relación entre la microbiota intestinal y la activación del sistema inmune, añadida a que los pacientes con Covid-19 tienen una microbiota intestinal muy pobre en bacterias beneficiosas como Lactobacillus y Bifidobacterium, la administración de probióticos les ayudará a reforzar el déficit inmunitario que se presenta durante y después del proceso infeccioso.
Aunque aún no hay evidencia clínica directa de que la modulación de la microbiota intestinal pueda tener un papel terapéutico en la infección de COVID-19, el hecho de que algunas cepas de ‘L. casei’, ‘L. plantatum’ y ‘L. fermentum’ hayan resultado eficaces para evitar la transmisión de otros coronavirus, hace a los expertos «ser optimistas».
«Un estudio realizado con pacientes que acudieron a Urgencias con neumonía por SARS CoV2, con afectación pulmonar superior al 50 por ciento sin necesidad de ventilación mecánica al ingreso, demostró que el grupo al que se suplementó con probióticos mostró una resolución más rápida de la diarrea y una disminución del riesgo de progresar a fallo respiratorio con necesidad de ventilación mecánica y también menor mortalidad», ha detallado la especialista en medicina interna del Hospital Clínico San Carlos, Nieves Martell.
Este estudio, en el que por el momento participan 30 pacientes del Hospital Clínico San Carlos y otros 30 del Hospital Enfermera Isabel Zendal, pretende investigar no sólo la sintomatología de la enfermedad en su relación con la microbiota intestinal, sino también las secuelas persistentes, ya que, tal y como ha detallado el especialista en Medicina Interna del Hospital Clínico San Carlos, Arturo Corbatón, entre el 10 por ciento y el 20 por ciento de los pacientes con covid continúan teniendo síntomas durante al menos tres meses después de haberse contagiado, a pesar de haber negativizado la PCR.
Dado que no todos los probióticos son iguales en su composición y cantidad de cepas, los investigadores del Clínico San Carlos y del Isabel Zendal van a probar dos probióticos en este ensayo clínico que, dado su potencial inmunomodulador, esperan que puedan ayudar a una recuperación más rápida de los pacientes con Covid-19.
El Hospital Enfermera Isabel Zendal, centro de referencia para el tratamiento de pacientes COVID-19 en la Comunidad de Madrid, tiene en estos momentos ingresados casi 400 pacientes en sus instalaciones: 280 en camas de hospitalización convencional, 25 en UCI, 80 en UCRI y 11 en la unidad de recuperación funcional.
«Además de su colaboración en el ensayo con probióticos antes mencionado, el centro está participando en otros 15 estudios de investigación más, algunos de factura propia», ha zanjado el internista y director médico del Hospital Enfermera Isabel Zendal, Javier Marco.