La vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Carmen Calvo, ha reclamado ayuda a la Comisión de Venecia para «vigilar» que la idea de democracia se materializa para poder dar respuestas adecuadas a cualquier situación que pueda «representar un nubarrón sobre los modelos democráticos en Europa» y asegurar la salida de posibles crisis.
Se ha referido así este martes en el seminario ‘La Comisión Venecia y España: una herencia compartida’, donde ha querido dejar claro que, en este momento, «solo hay una salida posible a las situaciones de crisis, que es reforzar las democracias, hacerlas avanzar, hacerlas más profundas y extenderlas en todo lo posible al resto del planeta».
Calvo, además, ha puesto de relieve durante su intervención la necesidad de «estar vigilantes a algunas fórmulas del poder, que, siendo nuevas, puedan conducir a situaciones que sean convenientemente estructuradas», tras agradecer a la Comisión «el inmenso y necesario trabajo que hace como órgano consultivo para todas las democracias europeas y su patrimonio constitucional común europeo», al que se suma el trabajo que la Comisión hace para el Consejo de Europa.
Además, la vicepresidenta ha querido reivindicar su papel en un momento actual, «en el que hace mucha falta la fortaleza de las democracias europeas para el contexto internacional, para el resto del mundo». La número ‘dos’ del Ejecutivo ha destacado el trabajo que Europa ha hecho después de la II Guerra Mundial en cuanto «al desarrollo de los modelos democráticos», aquellos que «fundamentan el poder sobre los derechos y las libertades de los ciudadanos, sobre el funcionamiento de la Justicia y velando de manera pulcra por los procedimientos de organización del poder a través de los sistemas electorales.
Sin embargo, para Calvo «queda mucho por hacer» y conviene «estar muy vigilantes», porque «son momentos en los que se producen muchos cambios en sistemas que tienen ya unas décadas» y que se combinan «con una situación de crisis» a causa de la pandemia, además de prestar atención a «algunos males de fondo que ya existían en las fórmulas políticas».
En clave de país, la vicepresidenta Calvo ha hablado de cómo «hemos dado, en apenas 42 años, una salida brillante y profundamente pacífica» que partía «de un modelo dictatorial» y se ha resuelto «a través del Estado de derecho» y de «la ayuda que el Derecho presta a la idea de la democracia, sin la cual no es posible su desarrollo».
Y ha puesto como ejemplo cómo España ha «enfrentado su modelo territorial» y ha conseguido «unas instituciones democráticas robustas y que funcionan de manera plena», a la vez que «hemos ido desarrollando un modelo de derechos y libertades» que sigue «las recomendaciones de los informes de la propia Comisión» de Venecia.
En el acto, moderado por la directora del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Yolanda Gómez, ha contado también con las intervenciones del presidente de la Comisión de Venecia, Gianni Buquicchio; el Defensor del Pueblo (1988-1993) y Comisario de DDHH del Consejo de Europa (1999- 2006), Álvaro Gil-Robles; el ministro de Asuntos Exteriores (1976-1980) y Secretario General del Consejo de Europa (1984-1989), Marcelino Oreja; la Secretaria de la Comisión de Venecia, Simona Granata-Menghini y el Embajador Representante Permanente de España en el Consejo de Europa, Manuel Montobbio, entre otras personalidades.