La Catedral de Valencia ha acogido este lunes la solemne misa de pontifical en honor a san Vicente Ferrer como es tradición, ha predicado un fraile dominico en valenciano.
Además, en esta ocasión un niño ha subido al púlpito de la Seo para declamar un fragmento del último sermón del patrón regional de la Comunitat Valenciana como «gesto» del cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, –que ha presidido el oficio–, ante la suspensión de las escenificaciones de los tradicionales ‘miracles’ por la pandemia.
La misa se ha llevado a cabo con presencia de fieles «cumpliendo las medidas por la pandemia, que han obligado también a suspender la procesión exterior, por lo que se ha llevado a cabo al término de la eucaristía una procesión claustral por el interior de la Catedral, con la imagen plateada del santo dominico», informa el Arzobispado.
Durante la homilía ha predicado en fraile dominico José Antonio Heredia para seguir la tradición basada en las predicaciones que en el siglo XIV hizo San Vicente, perteneciente a la misma orden, desde un púlpito que se conserva hoy en el propio templo.
En su intervención se ha referido a la pandemia, de la que ha señalado: «Hoy nos toca vivir una de las páginas más difíciles y delicadas de la historia reciente», y ha animado a preguntarse «¿qué nos pide San Vicente en estos momentos y qué nos enseña?».
Así, ha resaltado que en primer lugar san Vicente Ferrer «invita a que no tener miedo porque el miedo, en el fondo, indica que no confiamos en Dios todopoderoso y misericordioso. Es el momento de confiar en Él, de abrirnos a Él sin temor».
También san Vicente Ferrer «nos enseña que no somos los amos de los bienes de este mundo que Dios ha creado para todos, sino administradores de los bienes que pertenecen a todos» y, para ello, «nos pide que seamos fieles a la voluntad de Dios porque hay pobres, parados, marginados, sin casa ni familia, y ellos son los llamados por Jesús bienaventurados, amados de Dios. Nosotros decimos que amamos a Dios pero no amamos a los que él ama».
Heredia ha hecho especial hincapié en la enseñanza del patrón regional para «amar y respetar la vida, como es voluntad de Dios». A este respecto ha señalado: «¡Cuánto sufrimiento el de las madres que consideran el aborto la única salida! ¡Cuánto sufrimiento el de los hijos, que cuando nacen se encuentran en familias desestructuradas o que no tienen lo necesario para subsistir! ¡Cuánto sufrimiento el de tantos que no consideren el matrimonio como una institución querida por Dios como signo eficaz de su amor hacia nosotros y más concretamente, del amor de Jesucristo a la Iglesia!».
A su parecer, el santo muestra que «la muerte no es solución para el que sufre el dolor o la enfermedad, o porque ya no tiene ni ganas ni fuerzas para vivir, sea por la razón que sea». «No se trata de aceptar el dolor y el sufrimiento sin más. Al contrario, la dignidad humana no se agota, por ningún motivo, y esta dignidad está pidiendo acogida, acompañamiento y atención, porque la persona es lugar sagrado ante el cual nos debemos descalzar y del que Dios dispone en su providencia amorosa», ha dicho.
Y ha finalizado: «La dignidad humana no conoce razas ni fronteras , ni colores, ni lenguas y que cuando es necesario marcharse a otros países para conseguir una vida digna es por necesidad y no para caer en nuevas esclavitudes e incluso la muerte».
OFRENDA DE FLORES Y «GESTO SORPRESA»
Al término de la misa, tras impartir el Arzobispo la bendición, y al no poderse realizar la tradicional ofrenda floral al patrón por las calles de Valencia, se ha llevado una gran cesta de flores representando a todas las asociaciones vicentinas de Valencia, ante la imagen procesional del patrón situada durante la misa en lugar preferente. Tras ello, cada uno de los altares vicentinos ha llevado su particular ofrenda de flores.
Además, por «sorpresa», un niño, Dani, del altar del Tossal, por iniciativa del cardenal Cañizares «que quería en este día pequeño recuerdo de lo que son los ‘miracles’ vicentinos, al haberse suspendido las escenificaciones», ha subido al púlpito principal para hacer una pequeña representación de un sermón de San Vicente Ferrer, que ha sido acogida por una gran ovación.
Al terminar, el arzobispo ha saludado a Daniel, agradeciéndole su representación «porque ha sido un digno representante de San Vicente Ferrer y le he dicho que sea como San Vicente, un gran predicador del evangelio. Vixca Sant Ferrer!»
Durante la eucaristía, la Coral Catedralicia ha estrenado un himno titulado ‘Al Pare Sant Vicent’, que fue compuesto por el maestro Salvador Chuliá Hernández y el filólogo Voro López Verdejo, con motivo del VI centenario de la muerte de San Vicente Ferrer pero no pudo ser estrenado el pasado año por la pandemia.
También se ha interpretado el himno oficial a san Vicente Ferrer de Miguel Asíns Arbó con letra de Josep Maria Bayarri. Esta pieza ganó el concurso con motivo del quinto centenario de su canonización.