Luego de un partido trepidante entre el Real Madrid y el FC Barcelona, en el que los merengues se impusieron por 2-1 de gran forma, las cosas en LaLiga Santander se ponen más apretadas e interesantes que nunca. Un temporal de fútbol y de agua cayó en el Alfredo Di Stéfano y de el salió más vivo el conjunto blanco, que ahora se acuesta como líder a la espera de lo que haga el Atlético de Madrid; pero que lo más importante es que tiene ya la ventaja definitiva sobre el equipo catalán y se coloca como el perseguidor inmediato de los colchoneros.
Para el el Barcelona es sencillamente un palo inesperado, por lo bien que había estado jugando, salvo claro está el duelo ante el Valladolid. Este triunfo viene del esfuerzo titánico de los jugadores de la escuadra de la capital de España, que con mucho oficio supieron hacer su trabajo y después mantener el resultado. Sin embargo, pese a que el Madrid pueda presumir de una buena victoria, si que vale destacar que el Barça cometió una serie de errores de gravedad que propiciaron esta derrota que los aleja un poco del título. Desde Koeman, pasando por algunos jugadores y llegando hasta todo un crack como Messi, los fallos de los blaugranas fueron muchos y todos ellos pesaron para este resultado final.
1Una posesión tan apabullante como inútil
En términos generales cualquiera podría alegar que el Barcelona no hizo un mal partido y nadie podría rebatírselo; el problema está en que muchas veces la posesión y la cantidad de pases se pueden confundir con el dominio y con jugar bien, algo que es totalmente errado y este partido es el ejemplo perfecto de eso. El conjunto azulgrana comenzó de gran manera, con una presión adelantada y tratando de apabullar al Madrid con la tenencia de balón a su rival; la cosa es que eso no tuvo ningún efecto para el equipo merengue, pues sus toques de un lado a otro no hicieron más que ayudarlos.
Los blaugranas tuvieron el control del balón la mayor parte del primer tiempo y también del juego, la posesión final fue de 68,8% para el Barcelona; lo único malo es que fue de esa posesión que tanto se le criticó hasta no hace mucho. Koeman tiró la primera parte completamente y solo hasta el segundo tiempo fue que se dio cuenta de su error; pero mientras tanto meció el balón, lo contuvo, lo arrulló y lo durmió. Al frente el Madrid se adecuó precisamente a ese aburrimiento de partido que planteó el Barcelona y realizó los esfuerzos justos en los momentos precisos en los que casi por equivocación, porque parecía que no querían, los del equipo catalán se acercaban a su área. Esa posesión inútil e insulta benefició a los de Zidane que supieron controlar en la primera parte y aguantar en la segunda para llevarse el duelo.