En pascua todo florece y más en las cocinas de nuestros hogares y por eso te traemos cómo hacer el pan italiano de Pascua para endulzar tu desayuno o merienda en estas fechas especiales y tan llenas de compartir familiar; claro que, con la pandemia, siempre hay alguna forma de unificar la familia y probar deliciosas recetas.
El pan de Pascua italiano es una de esas que nos remontan a nuestra infancia, colorida la mesa, el cielo con las cometas de los niños, los fuegos artificiales, los huevos de chocolate y la devoción de la gente; no en balde la canción valenciana que nuestras abuelas cantaban donde un niño un día de pascua lloraba porque su cometa no volaba, trae tan buenos recuerdos de estas temporadas como un delicioso postre casero.
En muchos países, en estas fechas, las madres y abuelas reúnen a sus hijos y nietos para hacer delicias en la cocina, así, las monas de pascuas españolas y el pan italiano de Pascua no pueden faltar en las mesas, y son por demás, recetas fáciles, con las que podemos formar figuras que los niños adoran, ya que también se les conoce como roscas de pascua, y a las que añadimos perlas de colores o figuras de azúcar.
El origen de este pan
Hemos conseguido, que según versados en materia de historia y de comida, el primer pan de Pascuas se conoció en un pueblo alemán llamado Naemburg/Seale por el año de 1329; allí, según cuentan historiadores, la gente se reunía en torno a la mesa para degustar el llamado Pan de Cristo, el cual era elaborado con levadura y mazapán.
Posteriormente se le agregaron ingredientes secos como las nueces, almendras, frutas secas como higos para recordar el lugar donde nació y creció Jesús; igualmente se tiene conocimiento de que los antiguos romanos fueron los primeros en trabajar el pan con levadura con miel, endulzándolo también.
En América, fueron realmente los emigrantes italianos, a mitad del siglo XX en plenas migraciones europeas; los que se encargaron de llevarlo a países sudamericanos donde es hoy una tradición comerlo en pascua, como en Chile, Perú y Brasil, que son los principales seguidores de esta tradición, y donde se comen como postre en estas festividades.
Los Ingredientes para la masa
Los ingredientes no son nada que no podamos tener en nuestras despensas; y nos referimos aquellos que utilizamos para hacer la masa; así, estos serían:
- 300 gramos de harina de repostería o para hacer el pan.
- 155 ml de leche preferiblemente tibia.
- 65 gr. de azúcar granulada.
- 40 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
- 15 gr. de levadura fresca o el contenido de un sobre de levadura seca.
- 1 huevo mediano.
Ingredientes para la decoración
Aquí si nos vamos a extender un poquito, ya que, para decorar, además del huevo batido con un chorrito de leche para pintarlo y lograr el excelente brillo que aporta al pan horneado, necesitaremos huevos de colores alusivos a la época y los tan llamativos “Nonpareils” de colores.
Estos nonpareils los encontramos en tiendas especializadas en la elaboración de postres o decoración de pasteles, para la confitería doméstica y la profesional; y son simples elementos decorativos de azúcar, pero que tienen formas de bolitas o perlas con diversos tamaños y presentaciones, como colores mates o brillantes y hasta destellos.
Estas decoraciones ya aparecieron en los siglos XVIII y XIV como perlas blancas opacas de al menos 1 milímetro de diámetro y que se elaboraban con cristal de azúcar muy fino; y su nombre describe el efecto de que ninguna de las bolitas es exactamente igual, lo que hace que se describan como lluvia de caramelos para pasteles.
Pasos para elaborar el pan
Estos pasos son fáciles, pero hay que seguirlos a pie de la letra; y comenzamos mezclando en la leche tibia la levadura y el azúcar, para activar el levado; entonces lo agitamos un poco para disolver el azúcar y dejamos reposar; si la levadura está bien se crearán burbujas inmediatamente.
En el Thermomix colocamos la harina a velocidad 3 con la pala, e iremos incorporando de a poco esa mezcla que habíamos preparado de leche, azúcar y levadura; al integrarse, echamos el huevo que previamente hemos batido un poco, sin dejar de amasar.
Uniformada la masa, le añadimos poco a poco la mantequilla en trocitos a temperatura ambiente hasta que la integre la masa por completo; y una vez que la masa ya no se pegue al envase de amasado, la podemos volcar en la mesada previamente enharinada para amasar manualmente, así, el calor de nuestras manos integrará mejor la mantequilla.
Al estar amasada e integrada, le damos forma de bola y la colocamos en un cuenco engrasado con aceite de oliva, tapamos y dejamos que leve por al menos dos horas o hasta duplicar su tamaño; al aumentar de volumen la sacamos, la desgasificamos y con un cuchillo afilado la cortamos en tres trozos iguales y luego en dos cada uno de ellos, así nos quedan seis pedazos.
Cada trozo es estirado de manera que nos queden como seis churros grandes de 30 centímetros de largo; luego tomamos dos y los enlazamos hasta el final, que, al llegar a las puntas, las uniremos formando un círculo con un hueco en el centro; así veremos tres círculos al final que vamos a tapar con un paño limpio y húmedo, y dejar levar de nuevo por una hora más.
Por último, pintamos las esferas tejidas con la mezcla de adorno de huevo y leche, colocamos un huevo de color en el centro y añadimos unos cuantos nonpareils por encima para darle color; así, ya solo nos queda hornear por 20 minutos a 175 grados centígrados, para luego sacarlos del horno y dejarlos reposar en una rejilla; y ya tienes listo el pan italiano de Pascua para endulzar tu desayuno o merienda.
Algunas recomendaciones finales
Puedes utilizar virutas de chocolate en lugar de perlas de azúcar; y podemos teñir los huevos en caso de que no consigamos los de colores o los grandes de azúcar; también te recomendamos que como este tipo de bollo o pan dulce nos congela muy bien, lo podemos hacer en papel film para comerlo luego o regalarlo, o simplemente ofrecer a las visitas.