El presidente del Comité de Bioética, Federico de Montalvo, miembro del Grupo de trabajo encargado de diseñar la estrategia de vacunación contra la Covid-19, ha explicado que en el grupo 4 de vacunación han incluido, junto a los grandes dependientes, solo a los cuidadores «profesionales» porque observaron la aparición de falsos cuidadores, es decir, familiares o personas cercanas que se definían como cuidadores permanentes sin serlo, solo para ser vacunados.
«Ahora con la estrategia de vacunación en el grupo de expertos, uno de los problemas que hemos tenido es discutir si vacunábamos a las personas con gran discapacidad y sus cuidadores y quiénes eran, porque han aparecido muchos cuidadores que invocan que cuidan de manera permanente para ser vacunados. Por eso hemos recogido la palabra ‘cuidador profesional'», ha indicado Federico de Montalvo este jueves en declaraciones durante un Foro de la Fundación Pablo VI.
Según ha precisado, «resulta paradójico que algunos cuando necesitan ser cuidados no les cuidan y cuando aparece la vacuna, aparecen cuidadores por todas partes».
No tiene sentido que en un contexto de pandemia donde hay que extremar el celo y no tener contacto, te aparezcan hasta 8, 9 ó 10 cuidadores, incluso gente que nunca a ido a ver a la persona», ha indicado.
Por ello, ha precisado que en la estrategia de vacunación han delimitado la entrada en el grupo 4 a «cuidadores profesionales» para que sean vacunados junto a los grandes dependientes, pero «sin perjuicio de que las comunidades autónomas vayan valorando caso por caso y puedan vacunar a personas que sean familiares cuidadores».
Para Federico De Montalvo, en estos momentos, España cuenta con «una estrategia de vacunación éticamente robusta» y ha afirmado que en las reuniones de trabajo «la ética se está teniendo en cuenta».
SOLOS EN LAS RESIDENCIAS FRENTE A LA COVID
Durante el Foro de la Fundación Pablo VI, en el que se ha abordado ‘La ética del cuidado’, también ha intervenido la presidenta de la patronal de dependencia Círculo de Atención a Personas (CEAPs), Cinta Pascual, para referirse al «desastre del Covid» y explicar lo «solos» que se sintieron en las residencias en los peores momentos de la pandemia.
«No lo hemos hecho nada bien, yo estuve pidiendo auxilio a todos los Ministerios de este país y a las comunidades autónomas, me sentía como una pelota, la responsabilidad la pasaban de unos de otros, en cambio, nuestros mayores no eran trasladados a los hospitales», ha recordado, remontándose al mes de marzo de 2020.
Pascual ha contado cómo se pasaban 24 horas colgados al teléfono y cuando al fin llegaba una ambulancia, les decían que no se podían llevar a la persona enferma porque tenía un grado 3 de dependencia. «Aceptemos que ha habido un colapso del sistema», ha enfatizado, matizando que esto no ocurrió en todas las comunidades autónomas, sino principalmente en Madrid, Barcelona y Castilla y León.
En cuanto a cómo lo vivieron las personas con discapacidad intelectual, la presidenta de la Fundación A la Par, Almudena Martorell, ha explicado que hubo situaciones similares a las de las residencias de mayores en residencias para personas con discapacidad, que estaban «casi militarizadas».
Si bien, ha precisado que el resultado de la Covid «ha sido mucho menos dañino» en otros modelos como los pisos para personas con discapacidad intelectual que comienzan una vida independiente, algo que, a su juicio, obliga a «repensar los cuidados».