El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, ha aprobado la actualización del Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE), normativa con la que obligará a evaluar la eficiencia energética de los inmuebles cuando sean reformados.
Asimismo, se priorizará la instalación de instalaciones sostenibles y más eficientes frente a las térmicas convencionales, y se contempla que los edificios con grandes consumos den el primer paso para convertirse en edificios inteligentes que contribuyan a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
En rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, la vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, indicó que esta normativa nace con «la convicción de que supone inversión y libera recursos».
«Cuando hablamos de consumo energético asociado a edificios hablamos de rehabilitación, hablamos también de confort en hogares, de pobreza energética y de reducción de emisiones», dijo, añadiendo que supondrá «un primer paso» a la conversión de ‘smart building’ (edificios inteligentes), añadió.
Ribera también destacó que esta actualización del RITE contribuirá a alcanzar el objetivo de mejora de la eficiencia energética fijados en el PNIEC a través de la reducción del consumo de energía primaria en un 39,5% en 2030 y de energía final en 36.809,3 toneladas equivalentes de petróleo.
La actualización de la normativa obliga también a justificar la instalación de sistemas térmicos convencionales en lugar de otros sistemas más eficientes y sostenibles en edificaciones, tales como la bomba de calor geotérmica con suelo radiante o la hibridación de energía solar térmica con caldera de gas natural.
Esta justificación deberá ir acompañada de una comparativa entre el sistema de producción de energía elegido y otros alternativos, teniendo en cuenta aquellos sistemas que sean viables técnica, medioambiental y económicamente.
Así, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico consideró que la reforma de la normativa impulsa la incorporación de renovables en los edificios.
PROPONER REEMPLAZO DE EQUIPOS FÓSILES POR OTROS RENOVABLES.
De esta manera, en todas aquellas edificaciones sujetas a reforma el técnico competente deberá proponer instalaciones alternativas de alta eficiencia y plantear un reemplazo de equipos fósiles por otros renovables. Además, deberá evaluarse la eficiencia energética de todas las instalaciones técnicas de los edificios cuando vayan a ser instaladas, sustituidas o mejoradas.
A su vez, todos los edificios de más de 1.000 metros cuadrados destinados a usos administrativos o comerciales, entre otros, deberán dar publicidad a los clientes o usuarios sobre el consumo de energía en esos edificios durante los últimos años y el origen de la misma.
De este modo, la actualización del RITE mejora la información disponible para que usuarios y propietarios puedan optar por soluciones más eficientes.
Asimismo, la nueva norma introduce la digitalización en los edificios no residenciales con grandes consumos, esto es, con una potencia útil nominal de climatización superior a 290 kilovatios (kW) -hoteles, centros comerciales, etc.- y obliga a que estas construcciones den el primer paso para convertirse en edificios inteligentes -smart buildings- que contribuyan a la disminución del consumo y de la emisión de gases de efecto invernadero.
MODIFICACIÓN DEL RÉGIMEN DE INSPECCIONES DE INSTALACIONES TÉRMICAS.
Por otra parte, se modifica el régimen de inspecciones de instalaciones térmicas en edificios. De este modo, solo serán inspeccionados periódicamente los sistemas de calefacción y las instalaciones combinadas de calefacción, ventilación y agua caliente sanitaria con una potencia útil nominal mayor de 70 kW.
Estas inspecciones periódicas se aplicarán también a los sistemas de aire acondicionado y las instalaciones combinadas de aire acondicionado y ventilación.
CAMBIOS EN LA MEDICIÓN DEL AGUA CALIENTE EN REDES URBANAS.
Por otra parte, la actualización del reglamente recoge también obligaciones relativas a los contadores de agua caliente para redes urbanas, reparto de los costes de agua caliente e información sobre la facturación de estos consumos.
En este sentido, los contadores de agua caliente sanitaria de uso común compartido en instalaciones posteriores a esta modificación deberán disponer de un servicio de lectura remota que permita la liquidación individual de los costes en base al consumo.
Por ello, la empresa encargada del servicio de medición, reparto y contabilización deberá aclarar, de forma previa a la firma del contrato, si las tecnologías utilizadas para los servicios de lectura de consumo permiten la posibilidad de un cambio en el proveedor de este servicio sin necesidad de incurrir en gastos adicionales.
La distribución de los costes ligados a la información sobre el consumo individual se llevará a cabo sin fines lucrativos. La atribución de esa tarea a un tercero podrá repercutir sobre los usuarios finales siempre que se ajusten a los estándares de mercado.