El Banco Central Europeo (BCE) redujo por segunda semana consecutiva el importe neto de sus compras de deuda soberana dentro del marco de su programa de emergencia por la pandemia (PEPP), a pesar del repunte experimentado por los rendimientos de los bonos en los mercados y el reiterado compromiso de la institución con el mantenimiento de unas condiciones de financiación favorables.
En la última semana, descontados los vencimientos previstos, el importe neto de las compras del BCE bajo el programa PEPP se limitó a 11.900 millones de euros, frente a los poco más de 12.000 millones empleados en la semana precedente, acumulando así dos semanas seguidas a la baja desde los más de 17.000 millones de los siete días anteriores.
De este modo, el BCE ha empleado ya 878.568 millones de euros de los 1,85 billones del importe del programa lanzado en marzo de 2020 en respuesta a la pandemia de Covid-19, cuyo alcance fue ampliado por segunda vez el pasado mes de diciembre desde los 1,35 billones fijados en junio de 2020, frente a los 750.000 millones originalmente previstos.
En este sentido, el economista Frederik Ducrozet, responsable de estrategia global macro de Pictet, destacaba la reducción de las compras netas del BCE por segunda semana consecutiva en contra de la retórica ‘dovish’ del banco central. «Fráncfort, tenemos un problema», afirmaba el experto, para quien el sustancial importe de las amortizaciones no explicaría esta tendencia, ya que «donde hay voluntad hay un camino».
«O el BCE nos está troleando o el Comité Ejecutivo está troleando a Panetta», señalaba en su cuenta de Twitter en referencia al contraste entre la vehemencia del ejecutivo italiano del BCE, Fabio Panetta, a la hora de defender el compromiso del banco central de mantener bajo control los rendimientos de la deuda y la ausencia de mayores compras.
«Es una cuestión de coherencia poner tu dinero donde dice tu boca si quieres ser creíble. El riesgo es eventualmente tener que hacer más», añadía.