Se juzga a unos predicadores que provocaron una estampida en el metro en 2018

Los nueve predicadores acusados de causar una estampida en el metro de València el 4 de agosto de 2018 tras lanzar proclamas religiosas con un megáfono han negado este lunes su responsabilidad y han atribuido el tumulto a la alarma provocada por otras personas, en especial por los gritos de un joven. Es más, han afirmado que en cuanto detectaron que la situación de pánico que se estaba generando cejaron en su actitud. «Nosotros no amenazamos a nadie ni a nada, solo transmitimos la Biblia», han señalado.

La Audiencia de Valencia ha comenzado a juzgar este lunes a estos nueva acusados, de nacionalidad alemana y de entre 19 y 41 años, para los que el fiscal solicita cuatro años de cárcel para cada uno de ellos por un delito de desórdenes públicos en concurso con un delito de lesiones ya que una de las jóvenes que viajaba esa noche en el metro sufrió lesiones en los pies de las que tardó 259 días en curar.

Los hechos, según el relato del ministerio público, sucedieron sobre las 23.00 horas del 4 de agosto de 2018 cuando los procesados entraron a un vagón de la línea 5 de Metrovalencia con una cruz roja de más de un metro, un carrito mochilas, maletas y un chaleco con grafías árabes. En ese momento el convoy estaba lleno de pasajeros debido a la celebración de la feria de julio y los acusado comenzaron a proferir por megáfono: «Tenemos un mensaje para vosotros. Este metro está lleno de pecado, de drogas, de fornicación..»

El fiscal asegura que los procesados eran conscientes de las consecuencias que podía tener su actuación, que provocó una estampida de gente generada por la situación de pánico y, de hecho, varias personas resultaron contusionadas.

Sin embargo, todos los acusados han negado su responsabilidad. Han explicado que se conocen tres de ellos de vivir en un misma localidad y el resto de la congregación cristiana a la que pertenecen. Vinieron a España pasar unos diez días, y se dividieron en dos grupos. Uno de ellos, visitó previamente Benidorm (Alicante), donde tienen un conocido, para ejercer su laboral pastoral, pero niegan haber tenido problemas con la Policía. Solo en algunos casos agentes les decían que, en determinados lugares, no podían realizar la evangelización.

La noche del 4 de agosto, ya reunidos todos en València, tres de ellos han admitido que les surgió la idea de comenzar a evangelizar de forma «espontánea» cuando estaban dentro del propio vagón, pero en cuanto se dieron cuenta de que se estaba produciendo una situación de pánico pararon.

De hecho, varios de ellos, que han testificado con ayuda de un traductor porque en su mayoría no habla español, han señalado que la gente a su lado estaba «tranquila», y que eran los viajeros del final los que estaban intranquilos». Uno de los procesados ha afirmado que varias de los viajeros de su lado siguieron bailando con la música que llevaban.

Al respecto, ha mantenido que es «habitual» predicar en trenes alemanes y han negado que comenzaran su sermón de forma agresiva. «Hablábamos fuerte para que la gente nos escuchara», ha señalado el predicador que sermoneaba en alemán y que ha esgrimido que es la propia Biblia la que comienza hablando de los pecados.

Por su parte, el procesado que hacía de traductor de su compañero en el metro ha declarado que cuando se dieron cuenta de que había «algo que no marchaba bien», lanzó un mensaje tranquilizador: «No tengáis miedo solo hay que tener miedo del pecado».

Asimismo, ha negado que cuando fueron requeridos por los servicios de seguridad del metro antes de la llegada de la Policía les dijeran a los vigilantes: ‘Vais a arder en el infierno. Los españoles sois unos perros que solo fumáis marihuana. Hemos venido de Alemania para salvaros».

Por contra, ha mantenido que los vigilantes les comunicaron que se tenían que marchar porque se había producido una situación de pánico que no era por su causa, sino por un joven que gritó algo y que ya se había disculpado. «Nuestro mensaje solo era para predicar el Evangelio», ha insistido.

‘A DÓNDE IRÍAS SI MURIERAIS HOY’,

Además, los procesados han reconocido haber repartido trípticos con el lema ‘A dónde irías si murierais hoy’, que guardaban en el carrito que llevaban en el metro, pero ninguno de ellos recuerda que nadie de su grupo los entregara dentro.

Por su parte, el acusado que llevaba un chaleco con una inscripción árabe ha explicado que la traducción es ‘Paz con Dios’ porque también quiere llevar el mensaje cristiano a los árabes. Varios de los acusados han identificado al joven que luego se disculpó y le han responsabilizado de iniciar el pánico por los gritos que profirió y el ‘show’ que montó.

Por contra, antes de la declaración de los acusados lo han hecho, al contrario de lo habitual, varios de los testigos que iban en el metro esa noche. Entre ellosla joven que sufrió lesiones en el pie, y que desde entonces tiene fobia a viajar en metro. Iba con su pareja y vio a los acusados con una gran cruz roja, y ha rememorado que cuando comenzaron a hablar por megáfono la gente «comenzó a decir que había una bomba, que íbamos morir todos, entró en pánico, y comenzó a golpear la puertas y hubo una estampida, todos querían salir«. Ella cayó al suelo, empujada y pudo levantarse gracia a su pareja.

Otro de los testigo, ha reproducido las situaciones de pánico que se vivieron y que «ellos seguían con el megáfono diciendo cosas» y cree recordar que también mencionaron a Alá. Otros jóvenes han coincido en describir la escénicas de pánico vividas.