El ex tesorero del PP Luis Bárcenas ha reconocido durante su primer declaración en el juicio por la presunta ‘caja b’ del PP en la Audiencia Nacional el pago en negro -utilizando la fórmula de fondos procedentes de la contabilidad extracontable- de más de un millón de euros del coste de las obras realizadas en el edificio de la calle Génova 13 de Madrid, sede nacional del partido. En su escrito de acusación, la Fiscalía Anticorrupción imputa delitos sin prescribir por cerca de 900.000 euros que no habrían tributado a Hacienda.
Una vez se eligió a Unifica como la empresa que iba a realizar las obras se celebró una reunión con uno de sus socios y también acusado en esta causa Álvaro Urquijo, en la que tanto el ex tesorero de la formación ya fallecido Álvaro Lapuerta y Bárcenas, entonces gerente de la formación, le dejaron claro que para poder realizarla «tenía que aceptar una cantidad extracontable», según ha relatado este último durante su declaración ante la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional.
Así, hasta en tres ocasiones Bárcenas ha respondido a las preguntas de Romeral reconociendo que tanto él como Lapuerta eran conscientes de que no obraban «con las normas vigentes al uso». No ha reconocido otros pagos no obrantes en los denominados «papeles de Bárcenas» resultantes de la investigación de otros documentos y de los informes periciales, como uno por 480.000 euros relativo a 2006 porque «si no está en los papeles no se produjo».
En cuanto a la elección de Unifica, Bárcenas ha relatado que el autor del proyecto, el gerente Cristóbal Paéz, sacó un concurso de ideas y se invitó a una serie de empresas entre las que se encontraba ésta, una firma que «tenía alguna relación» con el PP de Madrid, y que fue la seleccionada porque presentaron la propuesta más atractiva económicamente y también por diseño.
POSIBLE CONOCIMIENTO DE ACEBES
Preguntado por el fiscal si el pago en negro de la obra con algún superior, Bárcenas ha respondido: «no sé si Lapuerta lo consultó con Ángel Acebes -entonces secretario general del PP–, que conocía el proyecto, si le dijo que una parte había que pagarla con fondos de la ‘caja b’ lo desconozco».
Según su versión, Urquijo planteó al inicio dudas sobre este sistema de pago y pidió poder consultarlo con su socia, si bien terminó respondiendo afirmativamente si el porcentaje en negro era razonable. «Nos dice que haciendo un esfuerzo está dispuesto a cobrarlo así», ha señalado Bárcenas respecto al primer apunte pagado de este modo en noviembre de 2006, por 184.000 euros.
«Nos dijo que era la primera vez que se le pagaba un sueldo por año anticipado y en efectivo», ha añadido, para precisar que por ello creyó que Urquijo aplicaría esta cantidad como «sueldo suyo personal».
A lo largo de la declaración sobre este punto, que se ha prolongado algo más de una hora, el fiscal Anticorrupción Antonio Romeral ha preguntado de forma concienzuda a Bárcenas sobre cada uno de los documentos, presupuestos y certificados de obras, incautados en relación con las obras de Unifica. Pese a no poder confirmar los detalles, Bárcenas ha reconocido la práctica de pago de parte de los gastos en negro y ha tratado de exonerar a otro de los acusados, Cristóbal Páez, quien le sucedió en la gerencia.
Según ha comentado al principio el ex tesorero, Páez no tenía conocimiento de los pagos en B de la obra pero «podría sospecharlo», si bien tras insistirle el fiscal sobre el hecho de que fuera el encargado de las certificaciones de las diferentes obras que se realizaron podría conocer «ciertos pagos en metálico, que no se hacían por transferencia ni por caja». En otro momento, ha reconocido que también podría conocía que ciertos gastos realizados en las diferentes plantas había que facturarlos por una cantidad inferior a la real.
Por otro lado, sobre el delito de apropiación indebida que se le atribuye a Bárcenas, al entender que acordó con Lapuerta incorporar al patrimonio de éste un total de 209.550 euros del PP, a través de la suscripción de 1.270 acciones de Libertad Digital para cubrir una ampliación de capital de la compañía, ha señalado a preguntas de la Fiscalía que la idea de la compra de acciones con la caja b partió del exsecretario general del partido Ángel Acebes.
Según el escrito de Fiscalía, Bárcenas extrajo 139.700 euros de la caja fuerte de la formación política en octubre y entregó el dinero al que fuera su jefe, que vendió los títulos posteriormente a un precio de 209.550 euros el 20 de marzo de 2007 sin reponerlos a la presunta caja ‘b’.
Tras indicar que la operación parte de Ángel Acebes, ha explicado que éste le cuenta a Lapuerta que tiene interés en que se acuda a la ampliación de capital de ese medio con fondos del partido. Con esta orden se comienza a mover a donantes del partido y gracias al propio Acebes y a Eduardo Zaplana (también exministro con el Gobierno del PP) se logra que distintas personas suscriban títulos de Libertad Digital.
Bárcenas ha añadido que, entonces, por lo que conoce de lo que le cuenta Lapuerta, Acebes le habría señalado que no se terminaba de cubrir la ampliación de capital de ese grupo de comunicación y se valora que se complete con fondos de la ‘caja b’.
Ese es el motivo por el que él sugiere que sean Francisco Yañez –«de mi entera confianza»– y su propia mujer, Rosalía Iglesias, quienes suscriban a su nombre acciones con dinero de la caja b, y el propio Lapuerta también señala que tiene intención de participar. Bárcenas ha explicado que propone el nombre de su mujer porque justo ella había vendido unos cuadros y tenía dinero disponible en ese momento.
Tras esto, ha señalado que tanto Lapuerta, Yañez, los señores de Moltona –ha citado a Borja García Nieto– y una persona más compran acciones. Apunta que lo hacen bien «formalmente» porque «transfieren el dinero de su propia cuenta» y luego se les devuelve en efectivo con dinero de la caja b, y ha considerado que por tanto hay dos apropiaciones indebidas más, aparte de la suya, ya que no se les pide que devuelvan el dinero que les da el PP.
Al hilo, sobre si Lapuerta devolvió el dinero que recibió de la caja B por la compra de acciones, ha subrayado que «la única persona legitimada» para demandárle esa cantidad era el secretario general. Y ha apuntado que él no supo que Lapuerta vendió sus acciones con una plusvalía de 50.000 euros.
«El no me dice que me quiere devolver el dinero, por lo que yo no le digo que lo devuelva. No me sentía legitimado en aquel momento de pedir la reclamación. Debí hacerlo en 2008 cuando asumo la tesorería. Y ya soy responsable», ha dicho.
Ya en el escrito de su defensa explicó que su mujer se habría prestado a realizar la operación de compra de acciones suscribiendo en su propio nombre, en octubre de 2004 hasta 1.360 acciones de Libertad Digital con 149.600 euros de la presunta caja ‘b’ del PP. Y que dichas acciones se habrían vendido en marzo de 2005 al fallecido Francisco Yáñez por un importe de 149.600 euros sin que se reintegrara el importe a quien aparece como propietario, el PP.
Ahora bien, la defensa indicaba que la no restitución del precio de las acciones al PP sería una decisión propia del titular que las transmite, que en la presente pieza sería Lapuerta, siendo la transmisión un acto entre él y los terceros adquirientes, es decir, un acto en el que no intervino ni sobre el que tuvo conocimiento Bárcenas.