La concentración de la Comisión 8M en Santander estará limitada a 300 personas

La concentración convocada para el lunes a partir de las 18.30 horas por la Comisión 8 de marzo en la Plaza del Ayuntamiento de Santander por el Día de la Mujer tendrá un aforo máximo de 300 personas, aunque se espera no pasar de las 200, y solo para aquellas que estén invitadas.

De esta manera, y debido a la pandemia del COVID-19, se pretende limitar la asistencia a este «acto simbólico» para conmemorar el Día Internacional de la Mujer solo a representantes de colectivos de mujeres o vinculados al movimiento 8 de marzo y algunos representantes de la sociedad civil.

El objetivo es garantizar el cumplimiento de las medidas sanitarias vigentes por la pandemia pero también «controlar» que se cuelen personas que pretendan «reventar» el acto, según ha explicado este viernes la portavoz de la Comisión, Ana Bolado, en una rueda de prensa, en la que ha estado acompañada de María Ángeles ‘Sande’ Ruiz-Tagle para dar a conocer los detalles de este evento.

Según Bolado, será un acto «sencillo», «amable», «a pie de plaza» y «breve», de menos de una hora de duración. «Que nadie esté preocupado, ni los señores de extrema derecha», ha aseverado. También se pretende que sea «lo más silencioso posible», sin grandes megafonías, aunque sí está prevista la lectura de un comunicado.

Como lugar del evento se ha elegido la Plaza del Ayuntamiento ya que, según Bolado, para la Comisión es su «lugar más simbólico» porque es la «plaza del pueblo» y, además, el lugar donde el colectivo empezó haciendo «pequeñas concentraciones» hace casi 30 años. El acto no se desarrollará en toda la plaza sino en una zona que se acotará con vallas y cintas.

Bolado ha explicado que en el seno de la Comisión han debatido «mucho» sobre cómo conmemorar en este año de pandemia el 8M y han concluido que era «imposible» celebrar la manifestación por las calles de Santander que organiza desde hace más de dos décadas y que, según ha subrayado, era cada vez «más multitudinaria».

Por ello, se ha optado por «hacer otra cosas distinta» como es este acto conmemorativo. Dado que este año, el acto está limitado, desde la Comisión han hecho un llamamiento a colgar el 8M de las ventanas o balcones símbolos feministas, carteles reivindicativos o elementos de color morado (el tono representativo de la celebración).

EL DEBATE «INTERESADO» SOBRE LAS MANIFESTACIONES

En su intervención, Bolado también se ha referido al debate que se ha abierto en toda España acerca sobre las conmemoraciones del Día Internacional de la Mujer en este año del COVID-19 y la polémica abierta acerca de si se debían celebrar o no actos en la calle.

«Se ha abierto la caja de Pandora», ha afirmado la portavoz de la Comisión 8M, que cree que el debate ha sido «bastante interesado», en el que se han hecho afirmaciones «extrañísimas» respecto a la actividad feminista que, a su juicio, responden «más que al tema de la pandemia a una actitud antifeminista».

Bolado ha reconocido que este «revuelo» que se ha generado le ha «indignado un poco» y le ha llamado «mucho la atención», más después de que a lo largo de este año se hayan celebrado «manifestaciones de todo tipo», algunas, a su juicio, «un poco espeluznantes», y que son «criticadas o alabadas» pero una vez se han celebrado.

«Pero es que cuando se ha acercado el 8 de marzo ha habido una acción inmediata y preventiva para que de ninguna manera las mujeres nos atreviéramos a salir a la calle», ha afirmado Bolado, que ha advertido que las «mujeres ya están en las calles», «cuando quieren y a la hora que quieren porque son libres.

La portavoz de la Comisión 8M ha señalado que a las mujeres les ha «costado mucho» que les dejasen salir de casa, o ir a estudiar o trabajar y lo han tenido que «forzar». «No vamos a dejar la calle aunque sea de manera simbólica, como va a ser el lunes, ni la universidad, ni el empleo ni nada. Es más vamos a profundizar en todos estos derechos», ha avisado.

En la misma línea, ‘Sande’ Ruiz-Tagle ha reivindicado que se ha avanzado en los derechos de las mujeres pero cree que aún «queda mucho por recorrer».

Además, considera que «no solo hay que avanzar» sino «consolidar» todo lo conseguido porque, según ha dicho, en este año de la pandemia, los derechos de las mujeres «han sufrido estrepitósamente». «Y si no hemos retrocedido, se han paralizado y paralizar los derechos de avance es retroceder».