Las natillas caseras son el postre predilecto para todos. Este es uno de los postres más tradicionales y populares de España, aunque también son conocidas y hechas en otros países.
Las natillas son ese postre que te transporta a la niñez debido a que es el postre favorito hecho por las abuelas y con ingredientes que todos tienen en sus hogares.
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La receta de natillas básica y la preparada por todas las abuelas de España, consiste en huevos, leche y azúcar, aunque adicionalmente puede llevar canela y/o limón.
Pero estamos hablando de la original o mejor dicho, la tradicional. Pues en la actualidad hay cientos de sabores de natillas que incluyen el chocolate, frutos secos y frutos como fresa o arándano.
Las natillas son muy fáciles de preparar y quedan con una textura cremosa y suave. Además, se trata de un postre que puede prepararse de un día para otro, así que pueden aguantar en el frigorífico unos 3-4 días.
Natillas tradicionales y exquisitas
Las natillas son el dulce suave y delicado que todos alguna vez han tenido la oportunidad de probar. De chocolate, vainilla y simplemente leche , todas son una delicia. Pero ¿que pasa con la receta tradicional?, esa sencilla que solo está hecha con los ingredientes básicos.
Resulta que aunque hay una amplia variedad de sabores para natillas, la tradicional es la más buscada y favorita debido a que transporta a la niñez. Las abuelas mayormente eran las grandes cocineras de natillas, cada una le daba un toque especial.
Las natillas poco a poco fueron tomando impulso y hoy por hoy en las grandes restaurantes, las natillas son parte de la opción de postres de los más finos y que destaca por sabor y textura.
Además, las natillas caseras son un postre o merienda muy sano y nutritivo del que los pequeños son fanáticos. Así que es tiempo de aprender a preparar natillas tal como lo hacía la abuela sin tanta complicación.
¿Qué necesitas?
- 7 yemas de huevo
- 150 azúcar
- 1 trozo de cáscara de limón
- 1 rama de canela
- Un bote de canela en polvo (cantidad al gusto)
- 1 litro de leche
- 30 gramos de maicena
Preparación
Lo primero que debes hacer es limpiar el limón y cortar un trozo de cáscara sin llegar a la parte blanca. Esto amargaría el sabor de las natillas caseras.
Al mismo tiempo, prepara también la rama de canela. Puedes usar cáscara de naranja en lugar de cáscara de limón si lo prefieres, así como esencia a vainilla en lugar de la canela.
Luego vierte la leche en una olla y añade la canela y la corteza de limón. Ponla olla al fuego y deja que se caliente la preparación sin que llegue a hervir. Simplemente debe infusionarse, de manera que cuando esté caliente apaga el fuego y deja que se entibie.
En un recipiente aparte, bate las yemas de huevo con el azúcar hasta conseguir una mezcla homogénea y cremosa.
Recuerda que las natillas caseras se hacen solo con yema, de manera que puedes usar las claras para hacer un merengue suizo o cualquier otra receta que te guste.
Posteriormente, añade la maicena a la mezcla de yemas y azúcar e intégrala batiendo con unas varillas. Ten en cuenta que bajo ningún concepto debe quedar grumos.
Ahora bien, cuando la leche se haya templado un poco, retira la rama de canela y la corteza de limón. Vuelve a poner la olla al fuego, pero antes saca un par de cucharadas de leche y vierte la mezcla de yemas y azúcar.
Este es uno de los trucos especiales de la abuela a la hora de hacer las natillas caseras, ya que si mezcláramos de un solo golpe los huevos con toda la leche, se cuajarían.
Ahora , vierte las yemas en la olla con la leche restante y deja que se caliente a fuego medio, sin dejar de remover. Es muy importante remover la mezcla constantemente para que las natillas caseras se espesen correctamente. Para evitar que se formen grumos utiliza unas varillas.
Ha de quedar una crema espesa y suave, y solo cuando lo consigas, apaga el fuego y retira el cazo.
Coloca la crema en recipientes individuales y deja que se enfríe antes de introducir las natillas en la nevera. Si quieres servir unas natillas de la abuela tradicionales, utiliza algunos envases especiales y de acuerdo a la ocasión.
Recuerda que de un día para otro están más deliciosas, así que te recomendamos dejarlas toda la noche en el frigorífico y luego disfrutar.
Cumplido el tiempo para servir las natillas, espolvorea canela en polvo al gusto. También puedes colocar una galleta sobre cada natilla si lo prefieres. Otra opción es hacer un poco de merengue y colocarlo encima, también puedes usar trozos de chocolate o incluso galletas trituradas.