El consejero de Desarrollo Rural, Guillermo Blanco, ha afirmado que la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, se ha mostrado receptiva sobre la petición de iniciar la renovación de la Estrategia para la conservación y gestión del lobo en España pero, por el contrario, mantiene su postura sobre la inclusión del lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE).
«Nosotros vamos a seguir adelante al mismo tiempo que su Ministerio sigue», ha indicado a preguntas de los periodistas Blanco, que ha mantenido a primera hora de este martes una conversación telefónica con la ministra sobre el lobo, después de la conversación privada que mantuvo Ribera con el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, el domingo pasado.
En este sentido, el consejero ha agradecido a la ministra el diálogo, aunque ha aclarado que «no vale» solamente con que se renueve dicha estrategia, sino que «hay que paralizar» el trámite del LESPRE, que el Ministerio ha avanzado «sin tener en cuenta» a las cuatro comunidades que albergan más del 95 por ciento de los lobos en España.
«Cantabria en absoluto va a permitir de buenas a primeras que el lobo adquiera un nivel superior al que tiene», ha reiterado Blanco, apuntando que la región tiene cinco veces más lobos que hace 20 años, pasando de 5 a 19 manadas y ocupando 1.200 kilómetros cuadrados más. «A quien hay que proteger es al ganadero», ha insistido.
Así, el consejero ha trasladado a Ribera la «necesidad» de Cantabria de suspender el procedimiento iniciado por el Gobierno nacional sobre la inclusión del lobo en LESPRE, «en tanto y cuando no se haga una renovación de la estrategia de conservación del lobo que es del 2005».
A su juicio, desde 2005 y hasta la actualidad la situación ha cambiado. «Entendemos que donde había pocos lobos, hay, y en donde había muchos hay bastantes más, y esa es la situación de Cantabria», ha defendido el consejero, que ha pedido a Ribera que comience la estrategia en colaboración, principalmente, con Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria.
Según propone Blanco, una vez que se conozca y se compruebe cuál es la situación «real» del lobo, a través de las conclusiones que se extraigan de la renovación de esta estrategia nacional, se pensará entre todos si la especie se tiene que proteger aun más de lo que está o mantener la protección que tiene al norte del Duero.
«Vamos a iniciar la renovación de la estrategia de conservación del lobo de 2005, que era obsoleta y ya atisbaba que el lobo no necesitaba más protección, pero hay que renovarla para darnos cuenta todos que hay más lobos que hace 15 años», ha concluido.