El periodista y escritor Lluís Foix rememora en el libro ‘Una mirada anglesa’ (Columna) sus siete años como corresponsal en Londres en un recorrido en el que reflexiona sobre el periodismo y ofrece un retrato sobre la sociedad inglesa en el periodo del inicio del ‘thatcherismo’.
En rueda de prensa telemática, Foix ha asegurado que en el libro ha querido «revivir» el periodismo que se hacía en aquellos años, que era de otra manera y con muchos matices, y aproximar al lector su fascinación por la sociedad inglesa, muy práctica y con golpes escondidos.
La redacción del libro ha estado influida por el Brexit, que el autor ha asegurado que le «descolocó» y provocó que la fascinación por la sociedad inglesa se redujera un poco al no esperarse la salida de la Unión Europea.
Pese a considerarse un imperio en decadencia, Foix ha dicho que tienen tres cosas que les mantienen «fuertes»: la lengua y William Shakespeare, el Parlamento y la BBC, y ha dicho que son una sociedad que tienen la conservación en su ADN.
Por el libro, salpicado de anécdotas y curiosidades, Foix repasa el fin del gobierno del laborista Harold Wilson y la irrupción de Margaret Thatcher, quien «inició una corriente conservadora que se ha mantenido hasta ahora» influyendo incluso al laborismo, la prensa de aquellos años en Fleet Street, que era envidiable, ha subrayado, y la influencia de la cultura británica.
«AUTONOMÍA TOTAL»
Foix ha asegurado que en los años 70 y principios de los 80 el corresponsal tenía una «autonomía total» y era una representación de la marca del diario –en su caso ‘La Vanguardia’–, cosa que ahora no sucede, ya que en la actualidad les llaman a primera hora con el contenido que tienen que explicar y las líneas de las que dispondrá.
El autor ha asegurado que aquella forma de ir por el mundo como periodista ha cambiado radicalmente, y ha parafraseado a Manu Leguineche cuando aseguraba que el periodista debía escribir lo que veía, porque la Historia ya se encargaría de explicar qué ha pasado.
Preguntado sobre el Brexit, ha remarcado que Inglaterra es una sociedad clasista, donde muy pocos toman las decisiones y con «un poco de complejo de superioridad», y donde la desigualdad se ve tanto en los barrios como en los campos de fútbol.
Cuando el discurso de las élites se ha dirigido hacia el Brexit, han usado un discurso «muy arraigado, que han vendido como activo», han ganado y ahora, según él, no saben qué hacer y cómo les irá.
La editora Glòria Gasch ha subrayado que el libro reflexiona sobre las vivencias del periodista en Londres, combinación de antigüedad y modernidad, en el que proponer un «paseo delicioso» por la sociedad inglesa.