Un nuevo trabajo, publicado en la revista ‘Nature’, ha puesto de manifiesto que para conocer toda la variación genética humana del continente sería necesario secuenciar los genomas de unos tres millones de personas.
El Proyecto Genoma Humano (PGH) terminó en abril de 2003. Aunque revolucionó el conocimiento médico, sus beneficios pocas veces se han dejado sentir en África. En este sentido, el trabajo, recogido por la plataforma Sinc, subraya que el hecho de que este proyecto se centrase en las poblaciones de los países con altos ingresos ha ido en detrimento de la comprensión global de la salud y las enfermedades del mundo.
Y es que, menos del 2 por ciento de los genomas humanos analizados hasta ahora han sido de personas africanas, según un estudio publicado en ‘Cell’ en 2019. Todo eso a pesar de que África, donde se originó el ser humano, contiene más diversidad genética que cualquier otro continente.
«Los conocimientos y aplicaciones de la genómica han beneficiado muy poco al sur del mundo, debido a las desigualdades en los sistemas sanitarios, la escasa mano de obra local para la investigación y la falta de financiación», ha explicado el experto de la Universidad de Cape Town (Sudáfrica) y autor de este artículo de opinión, Ambroise Wonkam.
Wonkam dirige la Sociedad Africana de Genética Humana (AfSHG), que fundó en 2003 para contribuir a solucionar las disparidades, mejorar la educación, potenciar la creación de redes y crear capacidad de investigación en el continente.
«Para diagnosticar con precisión miles de condiciones monogénicas, predecir los riesgos de enfermedad para las enfermedades complejas más comunes, adaptar el tratamiento de acuerdo con los perfiles farmacogenéticos de los individuos y, potencialmente, curar algunas patologías con edición genética, la investigación de las variaciones genómicas ancestrales africanas es un imperativo científico», ha detallado.
Además, prosigue, el acceso equitativo a los datos para los investigadores africanos (y la aplicación de la medicina genética relacionada con los problemas de salud de estas poblaciones) será esencial para que la genómica africana alcance todo su potencial, como la próxima frontera de la medicina genética.
Esto requerirá, por parte de la comunidad científica internacional, un compromiso para la colaboración equitativa; y por parte de las principales agencias de financiación mundial, un compromiso sostenido para apoyar la genómica y la investigación impulsada por los grandes datos. Iniciativas como H2Africa han plantado la semilla para la creación de capacidades», ha recalcado el investigador africano.
El problema es que gran parte de la investigación genómica realizada en África ha sido impulsada por investigadores europeos y estadounidenses, «cuyas prioridades», a juicio de Wonkam, podrían estar alejadas de lo que la población del continente necesita y desea».
Por tanto, el experto ha insistido en que para conocer la totalidad de la variación genética humana de África, sería necesario secuenciar los genomas de unos tres millones de personas de todo el continente. «El proyecto de los ‘Tres Millones de Genomas Africanos’ (3MAG) podría suponer una capacidad de atención sanitaria e investigación que suministrase al continente para afrontar los retos de salud pública de forma más equitativa, y aportar conocimientos para beneficiar a las poblaciones vulnerables», ha aseverado.
EL GENOMA AFRICANO, POCAS VECES EN LOS ESTUDIOS
Los estudios de secuenciación de los genomas africanos también muestran que el genoma de referencia pasa por alto muchas variantes que se encuentran en este continente. En este sentido, el objetivo de 3MAG es secuenciar suficientes genomas en toda África para construir un genoma humano de referencia representativo y establecer un biobanco panafricano de información y muestras clínicas.
«Una vez que se hayan superado estos retos técnicos, es probable que se encuentren asociaciones entre las variantes del ADN africano antiguo y los rasgos o enfermedades humanas, y que proporcionen conocimientos que puedan beneficiar a los humanos modernos de todo el mundo», ha argumentado el investigador.
El proyecto podría mejorar la fiabilidad de las puntuaciones de riesgo genético de patologías comunes, como la cardiomiopatía, para las personas de ascendencia africana. Además, algunos conocimientos sobre la genética de las enfermedades se encuentran más fácilmente en las poblaciones africanas, que contienen más variación genética que las de cualquier otro continente.
Por ejemplo, los estudios realizados con personas de África ya han contribuido a aclarar los mecanismos subyacentes a la diabetes y la esquizofrenia. Otros trabajos han favorecido el éxito del tratamiento de la dislipidemia, asociada a los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares.