El presidente del Colegio de Médicos de Madrid y jefe de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón, Manuel Martínez Sellés, ha avisado de que la pandemia del Covid-19 hubiera tenido consecuencias «más graves» si hubiera estado ya aprobado la nueva ley de eutanasia, actualmente en trámite parlamentario.
Martínez Sellés se ha pronunciado así durante el IV Congreso Nacional ‘Bioética al servicio de la vida y de la salud’, organizado por la Universidad CEU San Pablo, en colaboración con la Fundación Jerome Lejeune y la Asociación Española de Bioética y Ética Médica, y que se celebra desde este martes 9 de febrero hasta el próximo jueves 11 de febrero.
«En los meses iniciales de la pandemia se avisó de que en España se estaba usando esta crisis sanitaria como promotora de la eutanasia. El trámite de la nueva ley se ha hecho en una situación pandémica en la que los médicos estamos volcados en tratar a los pacientes graves de Covid-19 y en la que la sociedad no se puede manifestar contra esta normativa», ha lamentado el experto.
Además, ha mostrado su preocupación sobre el futuro más próximo porque si se aprueba la ley de eutanasia y sigue la pandemia del coronavirus, algo que a su juicio puede ocurrir por la velocidad a la que va la vacunación del Covid-19 en España, los pacientes van a seguir estando aislados y sus familiares no van a poder verlos, por lo que si fallecen se puede señalar que ha sido por causa natural.
«La nueva ley contempla que la muerte por eutanasia se considere a todos los efectos legales como muerte natural y eso es algo injustificable y que asusta porque puede tener unas consecuencias particularmente graves en un momento de pandemia», ha recalcado el presidente del Colegio de Médicos de Madrid durante el encuentro.
Dicho esto, Martínez Sellés ha recordado los problemas que han existido en España respecto a la disponibilidad de los recursos en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), así como que la mayor mortalidad por Covid-19 se ha registrado en los colectivos de mayor edad. Sin embargo, ha llamado la atención de que, pese a que los mayores son los que más han fallecido por Covid-19, no son los que ocupan más camas en las UCI.
«Ingresar en una UCI es algo excepcional en los ancianos, por lo que hay algo que no cuadra cuando el Covid-19 es una enfermedad particularmente peligrosa para ellos», ha dicho, para advertir de que en España, y en otros países, se sigue permitiendo discriminar a una persona por su edad. «Esto es algo que la pandemia ha puesto de manifiesto y que, incluso, en algunas ocasiones lo ha acrecentado», ha sentenciado.
Todo ello, prosigue, a pesar de que diversas organizaciones y sociedades médicas españolas y europeas han pedido que la edad no sea un criterio de exclusión en una UCI. Y es que, tal y como ha comentado el doctor, existen todavía «muchos estereotipos» sobre las personas mayores, incluso dentro del sector sanitario, a pesar de que la expectativa de vida es cada vez mayor, al igual que la calidad de vida.
«Hay muchos estereotipos que no se corresponden con la realidad, por lo que si se toman decisiones que sólo están basadas en la edad, lo más probable es que nos equivoquemos», ha recalcado, para lamentar que en muchas ocasiones se estén «ignorando» a las personas de edad avanzada.
Por todo ello, el doctor ha subrayado la importancia de mejorar los cuidados paliativos que hay en España y de elaborar una ley integral sobre los mismos. «En lugar de promover el desarrollo de los cuidados paliativos para los miles de pacientes que están sufriendo, en vez de acabar con su sufrimiento, lo que vamos a hacer es acabar con el paciente que está sufriendo», ha zanjado.