La isla de las tentaciones: ¡Ver para creer! Así han vuelto a ser pareja Mayka y Pablo

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Mayka y Pablo fueron una de las 5 parejas que entraron en La isla de las tentaciones en su segunda edición. Como otras parejas, ellos entraban para arreglar sus diferencias y darle un nuevo rumbo a su relación. Y vaya si se lo dieron. Quedan en el recuerdo los momentos épicos que nos dio la hoguera. Y cómo el fuego devoró al pobre Rosito, el muñeco de la infancia de Mayka. Pero ese dolor no pudo igualar el que la murciana le hizo a Pablo.

Y es que ella se propuso disfrutar al máximo toda la experiencia. Fue conquistada por uno de los tentadores y ni pensó en su novio o su ex pareja. Y al final tuvo que dar explicaciones y, finalmente, cada uno se fue por su lado. Incluso ya fuera del concurso habían volado puñales entre ambos. Pero ahora parece que las aguas se han calmado y han vuelto a su cauce. Nos han sorprendido juntos de nuevo y os vamos a explicar cómo han vuelto a ser pareja. Ya nos queda muy poco por ver, pero esta “reconciliación” era una de esas cosas que ni imaginábamos.

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Cómo llegaron Pablo y Mayka

Tras tres años de relación, Pablo, Dj murciano y Mayka, camarera, llegaban a la Isla de las tentaciones. Sus comienzos no habían ido del todo bien. Él no quería empezar una relación y estaba abierta a otras chicas.

Sin embargo, llegaron al acuerdo de que se iban a respetar, y él no siguió ese acuerdo. Pablo seguía quedando con otras chicas mientras estaba comenzando a conocer a Mayka. Finalmente ella le perdonó aunque nunca superó los celos antes de entrar en La isla de las tentaciones.

Él decidió dejar esa vida de ir de flor en flor y comenzar con ella una relación seria. Pero los celos fueron pudriendo poco a poco su amor. Así que llegaron a la isla para solventar eso. Y lo solventaron por la vía de la infidelidad por parte de ella. Pablo nunca hizo nada con ninguna chica.

La cosa acabó con el rosario de la aurora. Ella le achacaba a él comportamientos poco sólidos. Pero ella había acabado con uno de los tentadores en la cama. Y Rosito, el muñeco de la infancia de Mayka que le había regalado a Pablo, acabó pagando el pato. Fue quemado en la hoguera y aunque fue rescatado por ella, ya no sería el mismo. Sin embargo, Pablo quiso resarcirse y en el reencuentro le regaló un muñeco igual.

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