Los croissants son un delicioso postre, en especial los que de chocolate. No solo son maravillosos por su sabor o por su fácil y rápida preparación, sino que además pueden servirse como desayuno, merienda o como postre luego de la cena. Si deseas matar ese antojo por dulce o solamente quieres matar el tiempo y experimentar un poco en la cocina, podrás usar esta receta para preparar unos croissants con tan solo 2 ingredientes, sí, como lo has leído.
Podrás conseguir preparar este postre con resultados de panadería. Tendrás una excusa para compartir con tu familia y amigos mientras prueban este rico popular postre.
Receta para los croissants de chocolate
Para preparar los croissants es necesario usar láminas de hojaldre, este ingrediente será la base. Podrás prepararlo o comprarlo, y en caso de que te sobre un poco podrás usarlo para preparar otros postres o aperitivos. Todos los amantes de la repostería siempre tienen láminas de hojaldre en el refrigerador, listas para preparar cualquier postre.
Por otra parte, el chocolate para rellenar los croissants será Nutella. Este ingrediente es sumamente popular por su rico sabor, si bien podrás conseguirlo en cualquier supermercado, también podrás preparar en casa. Aunque si lo desea podrás emplear otro tipo de chocolate, aunque lo ideal es que este posea la misma consistencia de la Nutella (o parecida), de esta forma podrás trabajar con más facilidad.
Para preparar este rico postre necesitarás contar con los siguientes ingredientes:
- 1 lámina de hojaldre.
- Nutella al gusto
- 1 huevo batido para dorar (opcional).
- Azúcar glass para decorar (opcional).
La textura mantecosa del hojaldre junto con el sabor la Nutella, hará que el resultado será una auténtica maravilla.
Preparación de los croissants de chocolate
- En primer lugar deberás precalentar el horno, tendrás que dejarlo a una temperatura de 180°. Así estará listo una vez que los croissants de chocolate estén listos para cocinarse.
- Luego de esto comienza a extender la lámina de hojaldre, debes extenderla bien con ayuda de un rodillo. Luego comienza a cortarla en triángulos, asegúrate de que todos tengan el mismo tamaño. En caso de que te sobren algunos trozos de masa, podrás usarlos para preparar unos mini-croissants.
- Una vez que los triángulos de hojaldre estén listos, podrás comenzar a rellenarlos. Coloca la cantidad de chocolate que desees, pero no exageres o podría desbordarse durante la cocción.
- Luego de esto deberás comenzar a enrollar los croissants, para ello tendrás que hacerlo desde la punta. Intenta que queden lo mejor posible, pero si no tienes mucha experiencia no debes preocuparte, con la práctica mejorarás.
- En caso de que desees que los croissants queden dorados, podrás batir un huevo y pintarlos. Si bien esto es opcional, le darán un bonito acabado.
- A continuación tendrás que colocar papel para hornear sobre una bandeja, de esta forma los croissants no se pegaran. Después de que los acomodes podrás llevarlos al horno. Solo tendrás que hornearlos durante 10 minutos a 180°.
- Notarás que están perfectos cuando estén dorados y con la corteza crujiente.
Y listo, así de fácil. Si lo deseas podrás espolvorear un poco de azúcar glass para esos golosos que te puedan acompañar en casa, esto es opcional aunque les darán un bonito aspecto al postre. Además, si lo prefieres podrás sustituir el chocolate con jamón y queso, o con queso marcarpone y azúcar, e incluso con crema pastelera.
La historia del croissant
Quizás muchos no lo sepan, pero este delicioso y popular postre formó parte de uno de los acontecimientos históricos más particulares. La gastronomía y los hechos históricos han estado vinculados desde siempre, y cómo no, el croissant no es la excepción a esto.
Su origen se remonta al siglo XVII, cuando el ejército otomano llegó a las puertas de la ciudad de Viena. Las murallas que rodeaban la ciudad eran inmensas, por lo que la idea principal era cavar una trinchera que pasara hasta el centro de Viena y que de esta forma los soldados pudieran entrar.
Como no querían ser descubiertos, los trabajos de excavación eran llevados a cabo entre la oscuridad de la noche. A esas horas pocas eran las personas que estaban despiertas, y entre esas estaban los panaderos de la ciudad, quienes se encargaban de preparar el pan para el día siguiente. Fueron entonces los panaderos quienes escucharon los ruidos de los otomanos y dieron voz de alarma.
Como resultado de esto se evitó la invasión de los otomanos los cuales contaban con más de 20.00 soldados y quienes eran, en aquel entonces, los más grandes invasores de toda Europa.
Con motivo de celebrar este acontecimiento, los panaderos crearon el croissant. La forma tan particular de este postre, la de media luna, fue inspirada en la bandera de los invasores otomanos. De esta forma, uno de los acontecimientos más importantes de la historia quedó inmortalizado con un rico postre, que hasta el día de hoy permanece como un recordatorio.
La inmensa popularidad del croissant
Originalmente este postre era preparado con mantequilla, harina de trigo y azúcar. Pero con el pasar de los siglos, este postre se ha extendido por todo el mundo. No solo por su increíble sabor, sino por su practicidad pues puedes comerlo en el desayuno, como merienda o servirlo como postre y acompañado con alguna taza humeante de café.
El nombre del croissant ha sido cambiado según la región, peor su preparación suele ser la misma. En Perú y Venezuela se les conoce como “cachitos”; en Colombia por otra parte se llama “cruasán”; en Argentina son llamados “medias lunas”, mientras que en algunas regiones de América Latina se les llama “cuernitos”.
No importa la región del mundo, este postre es sumamente popular. Incluso tiene su propio día, el 30 de enero.