La receta clásica de fabada asturiana es el sueño de los amantes del cerdo, repleta de chorizo, morcilla y panceta de cerdo para un rico sabor. La base de este guiso español, hecho con frijoles blancos y un toque de pimentón, se sirve mejor con abundante pan para absorber todos los jugos.
FABADA ASTURIANA
No hay nada más reconfortante cuando llega el invierno que un plato colmado de fabada asturiana, un delicioso guiso de judías blancas y chorizo típico del norte de España (Asturias).
Una receta típica de fabada española incluye frijoles blancos enormes, llamados fabes, y lo que nos gusta llamar “la Santa Trinidad”: morcilla (morcilla), chorizo (salchicha con pimentón) y tocino (panceta de cerdo). Estos ingredientes a menudo se venden juntos en un paquete sellado al vacío, lo que facilita aún más la preparación.
Durante años tuvimos miedo de hacer fabada. Pensamos que este guiso español debe tardar horas en prepararse. Pero luego encontramos una receta rápida de fabada española, ¡y ahora la preparamos para una comida de invierno rápida y abundante cada vez que nos apetece!
La clave para hacer una fabada rápida es comer fabes precocidas. Si no puedes encontrar estos frijoles blancos grandes donde vives, puedes sustituirlos por frijoles cannellini de alta calidad, que son más pequeños pero deliciosos. Y, por supuesto, si tienes tiempo, remoja frijoles secos para una fabada asturiana aún mejor.
Aquí está nuestra receta tradicional de fabada española favorita, ¡que resulta en una fabada asturiana abundante y deliciosa!
CÓMO SE HACE
Ingredientes
- 1 libra de fabada asturiana secas o habas de lima secas
- ¼ de libra de cerdo salado
- 10 tazas de agua
- ½ cucharadita de hebras de azafrán trituradas
- 8 onzas de jamón serrano, cortado en cubos de 1/4 de pulgada
- También 8 onzas de salchicha de chorizo español, sin tripa, rebanada de 1/2 pulgada de grosor
- 8 onzas de salchicha morcilla o morcilla, rebanadas de 1/2 pulgada de grosor
- 1 hoja de laurel
Instrucciones
- Cubre los frijoles con abundante agua caliente y déjelos reposar durante la noche.
- Llena un horno holandés hasta la mitad con agua y deja hervir a fuego alto. Agrega la carne de cerdo salada y deja hervir durante 5 minutos, luego retira. Vierte agua.
- Escurre el agua de los frijoles y colócalos en una olla. Vierte 10 tazas de agua, luego hierve a fuego alto. Hervir durante 15 minutos, desnatar y desechar la espuma que se forma en la parte superior. Agrega el azafrán, la carne de cerdo salada y el jamón cortado en cubitos; cocina a fuego lento durante 5 minutos. Agrega el chorizo y la morcilla y cocina por 5 minutos más. Quita la espuma que se forme en la parte superior.
- Reduce el fuego a bajo, agrega la hoja de laurel, cubre y cocina a fuego lento hasta que los frijoles estén tiernos, de 2 a 3 horas, agregando agua si es necesario para mantener los frijoles húmedos. Deja reposar los frijoles durante 20 minutos fuera del fuego antes de servir.
EL PLATO MÁS CONOCIDO
El plato más conocido de Asturias son las judías asturianas. Este es un plato popular y lleno de energía que ha hecho de este Principado una de las regiones más famosas de todo el país.
Se suele pensar que los jóvenes que comen estos frijoles se vuelven fuertes. Pero, además de estos frijoles, hay muchos platos famosos con más ingredientes y también más ligeros para nuestro estómago.
La judía asturiana es un plato tradicional antiguo que muestra la gran variedad de judías autóctonas de esta tierra. Son los ingredientes principales de muchas recetas regionales. Algunas de las variedades más populares de judías asturianas son: judías rojas usualmente para guisar, judías verdes normalmente cocidas con conejos y mariscos, judías de mayo, judías rojas cocidas con verduras, judías amarillas, etc.
Jovellanos en sus diarios hablaba de la judía asturiana, hecho que demuestra que desde el siglo XVIII el cultivo de la judía se extendió ampliamente por el Principado de Asturias. Han ido creciendo en variedad y calidad hasta hoy.
Las judías comúnmente asociadas al plato de judías asturianas son las que proceden de la finca. Además, todos los demás tipos de frijoles: blancos, redondos, simples o grandes se pueden mezclar con otros ingredientes autóctonos salados. Podemos encontrar una amplia carta: judías con gallina, judías con perdiz, conejo o liebre, judías con bacalao y judías con almejas o centolla, etc.
Son un plato único y normalmente van seguidas de un postre ligero y de fácil digestión porque la digestión de las judías es un proceso largo y lento para el organismo.
Los frijoles de la finca son una especie de frijol grande, suave, de piel fina que solo se encuentra en esta región porque por alguna razón no se puede cultivar en el resto de las regiones nacionales. Hay quien llama a estos frijoles “almohadas” por su paladar mantecoso y suave cuando se cocinan bien, y porque su volumen aumenta mucho cuando están secos.