El Real Madrid se está adaptando con el pasó del tiempo a las nuevas épocas y eso lo demuestra con fichajes como los de Pipi Nakai. Cultivar el talento joven es una virtud que quieren evidenciar en el conjunto merengue; eso es lo que buscan hacer con este japonés y otros muchos jóvenes que el han llegado muy chicos a la cantera. Florentino Pérez supo leer de forma fabulosa la nueva tendencia que se estaba creando el mercado y es que cada vez los precios por contratar a grandes jugadores se estaban inflando mucho producto de un mercado al alza y clubes cegados por la codicia de vender mucho más caro a jugadores que no habían hecho nada en sus carreras. Los tiempos ya han cambiado y no se compra por la calidad que han demostrado; se compra es por el potencial que podían dar.
Ante ese factor el presidente del Real Madrid quiso dar un paso más allá como el genio en los negocios que es y decidió que dejaría de comprar estrellas para el primer equipo cuyo rendimiento todavía no estaba comprobado al máximo nivel; aunque todavía lo ha hecho, Jovic es un gran ejemplo, pero por eso no quería que todos le salieran así. En ese sentido decidió que se encargaría de fichar a ese talento joven aún por formar y a un precio razonable antes de que explotaran todo su potencial y se convirtieran en estrellas; de esa forma inicio un proceso de contrataciones en la que muchos chicos importantes llegaron para integrar la cantera y que ahora han dado algunos pasos en el primer equipo bajo las órdenes de Zidane. Uno de ellos, claro está, ha sido un Pipi que ya se dejó ver en algunos entrenamientos por el francés.
Un testimonio que salvó al Madrid
Esos grandes fichajes como los de Martin Odegaard, Fede Valverde, Vinicus Jr., Rodrygo Goes, Takefusa Kubo o Reinier son algunos de los que ya comienzan a dar sus frutos en la élite del balompié mundial. Sus fichajes se dieron por precios no tan altos, que comparado con otros jugadores o con lo que costarían ahora, realmente salieron muy baratos. La cosa es que no todos han sido para llegar a Castilla; muchos jugadores arribaron a las categorías inferiores del Real Madrid para dar todos los pasos necesarios y algún día meterse con todo en la plantilla del primer equipo. Entre esos casos, justo ahora resalta el de Pipi que dejó tras demostrar todo su potencial en algunas pruebas, pues dejó todo en Japón para convertirse en futbolista y seguir a su admirado hermano mayor, Akito.
Takuhiro Nakai, que desde que llegó a España se le conoce como Pipi, nació el 24 de octubre de 2003. Su sueño de ser futbolista vino de muy pequeño y aprovechó esa expansión que aplicó Florentino Pérez para integrarse al mercado asiático, con las escuelas del Real Madrid que dirigió Luis Fernández. El pequeño nipón destacó tanto en una de sus clínicas, que fue invitado a probar en Madrid para quedarse en la cantera; allí en Valdebebas deslumbró mucho más. En el 2014 Pipi se mudó con su familia y así empezó su viaje, que tuvo un gran traspiés cuando la FIFA sancionó al equipo por los fichajes de menores. No obstante, la declaración de la madre del japonés supuso una salvación; porque con él se demostró que su familia no mandó solo allí y por eso no fueron gravemente sancionados.
Pipi ya entrena con los grandes
Luego de salvarse de tener que volver a su país y perder su sueño de jugar en el Real Madrid, el japonés siguió creciendo y mejorando en la cantera blanca; al punto de que ya varios lo colocan como una de las perlas en las inferiores de la entidad merengue. Uno de los ojeadores del equipo declaró para ‘El Confidencial‘ lo siguiente: «Pipi se ha convertido en un jugador con enorme desparpajo que encara, pero que también es muy comprometido y nunca se arruga a la hora de meter la pierna. Es un jugador versátil que puede ser alineado en casi cualquier posición del mediocampo con una ética de trabajo muy llamativa». Realmente puede jugar en cualquier posición en el centro del campo; pero si juega un poco en la gestación de juego y el corte, como Modric, allí destaca mucho más.
Su gran talento no ha pasado desapercibido y ha crecido a la vista de todos de que aterrizó en el equipo infantil. Ahora en el Juvenil B y con 17 años, Raúl Gónzalez no ha dejado de utilizarlo también para que vea minutos en el Castilla; tanto le ha gustado que hasta Zidane quedó impresionado por las recomendaciones de su antiguo compañero y en algunas oportunidades ha subido a entrenarse bajo su mirada. Pipi Nakai tiene una habilidad descomunal, que gusta mucho; sin embargo, la combina con una buena ética de trabajo y sacrificio que le han inculcado desde pequeño. Su trabajo lo llevará lejos y hay muchas esperanzas puestas en este japonés que ya comienza a deslumbrar al mismo Zidane.