Uno de los jugadores del FC Barcelona que salió más tocados después de la derrota en la final de la Supercopa de España fue, sin duda, Lionel Messi. El argentino no pudo ser importante para los suyos y pasó casi todo el partido inadvertido; más que nada por esas molestias que le impidieron entrenarse con normalidad toda la semana y por las que estuvo casi sin aparecer en el duelo. Sin embargo, la razón por la que se quedó más hundido que ningún otro es que ya cerca del pitido final fue expulsado con roja directa tras un lance que tuvo en la mitad de la cancha con Asier Villalibre. Esa imagen del crack saliendo certifica uno de sus peores momentos como blaugrana y pone en centro de todo al que ya muchos han catalogado como el peor enemigo de capitán del Barça: al delantero del Athletic.
Lo cierto es que Villalibre ya califica como enemigo público del conjunto catalán y de Messi. Primero por ser el autor del segundo gol de los rojiblancos, ese tanto lanzándose con toda el hambre del mundo para aprovechar el pase de Muniain que los llevó a la prorroga, en la que después remató la faena el gol de Iñaki Williams (2-3); y segundo por ser el protagonista en la expulsión del crack argentino. Ya sea que lo provocara, que le dijera un insulto o que simplemente Messi reaccionó así tras el leve empujón que le dio el atacante rojiblanco; la realidad es que consiguió que le dieran la primera expulsión de su historia como azulgrana en el que puede ser precisamente su último año en el club. Esa mancha además se magnifica al ser en una final y tras un partido en el que no hizo nada.
Villalibre estuvo cerca del Barça B
Al ser ambos protagonistas en un duelo de tanto calibre; la prensa sacó a relucir una historia muy interesante de Villalibre que pudo haber evitado todo este problema. Esta no era más que todo hubiese tenido un final muy distinto si el Barcelona B conseguía su fichaje tal como lo pidió Javier García Pimienta de manera personal. El entrenador del filial blaugrana veía muy bien al jugador de 23 años para integrar su plantilla y ser parte importante en su equipo; porque sus presentaciones en la cantera de Lezama, en el Valladolid, Numancia o Lorca, pues lo habían convencido de que sería una gran adición. No obstante, al final se quedó en el Athletic por pedido expreso de Garitano y ahora con Marcelino está viendo muchas más oportunidades, tal y como se comprobó en la Supercopa de España.
El Barcelona B de García Pimienta se tuvo que conformar con la llegada de Joaquin Zeballos, que llegó cedido por parte del Girona. Esos azares del destino evitaron que «El Búfalo», como apodan a Villalibre, arribara al filial conjunto catalán y conviviera más de cerca con Messi; esto debido a que es muy normal que los jugadores del Barça B entrenen en muchas oportunidades con el primer equipo. Al ser un jugador de la calidad que tiene, no cabe duda de que en muchas ocasiones se le hubiera visto practicando alguna que otra jugada con el argentino; pero por eso hace mucho ruido, porque en lugar de eso estuvo del otro lado para marcar el gol que los perjudicó y para hacer que lo expulsaran por primera vez en su historia vestido de azulgrana.
Un jugador de otra época
Las vueltas del destino decidieron así que Villalibre estuviera del lado de los ganadores en esta Supercopa de España; cuando de haber ocurrido lo otro hubiera estado preparándose, con algo de suerte, para jugar con el Barça B. Gracias a eso pudo celebrar con todos los suyos el que al vez ha sido el gol más importante en lo que lleva de carrera y además ser el maestro de ceremonia con su peculiar celebración tras el pitido final que los convirtió en campeones. Esa audacia que tuco para sacar su trompeta, que además sabe tocar muy bien, tocar el himno del Athletic y dirigir a sus compañeros ya lo tienen dentro de la historia del club; eso además de su espectacular gol. Y es que por cosas así representa a ese futbolista de otros tiempos que tanto gusta en Bilbao.
Ese buen físico, combinado con esa fuerza que tiene, ese hambre, esa resistencia a todo y esas ganas de nunca rendirse, son las que le han hecho ganar el apodo de «El Búfalo», pero además de ser muy querido por representar ese espíritu de canterano aguerrido del conjunto rojiblanco. Junto a todas sus cualidades también destacan su apariencia, con esa barba que hace pensar en jugadores de otras épocas, y esa forma de celebrar con la trompeta, tan animada de hace muchos años, que también lo hacen uno de los favoritos. Ya Villalibre se ganó un puesto en la historia grande del club por todo eso; pero tampoco el Barcelana ni Messi lo olvidarán al tenerlo en su lista negra por todo lo que ocasionó con un gol y un leve empujón por la espalda.