La Comisión Europea quiere aprovechar la histórica emisión de deuda comunitaria que lanzará como respuesta a la crisis provocada por la pandemia de coronavirus para impulsar el euro como divisa mundial y seguir jugando un papel de «liderazgo» en la escena económica mundial durante las próximas décadas.
Aumentar el peso mundial del euro es uno de los tres pilares en los que se sustenta la estrategia que el equipo económico del Ejecutivo comunitario ha presentado este martes con el objetivo de «estimular la apertura, fortaleza y resiliencia del sistema económico y financiero de la UE para los próximos años».
Desafiar el dominio del dólar como principal divisa mundial era ya una prioridad de la anterior Comisión Europea, pero la respuesta que el bloque ha dado a la crisis de la Covid-19 ha ofrecido nuevas herramientas a la UE. El vicepresidente económico, Valdis Dombrovskis, ha apuntado que con la histórica emisión de deuda para el fondo europeo de recuperación el club «se adentrará en un nuevo territorio».
Esto claramente impulsará el papel internacional del euro y la posición de la UE en los mercados financieros internacionales», ha dicho. El letón ha enfatizado que los bonos que el bloque emita para financiar su recuperación «estarán décadas en los mercados» y esto convertirá a la UE en un «actor importante» de los mismos.
Durante la misma comparecencia, el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha recordado que la UE emitirá casi un billón de euros hasta 2026 y esto creará «un punto de referencia global para los inversores internacionales que buscan invertir en activos denominados en euros».
El «éxito» de las emisiones de deuda ya efectuadas para financiar el programa SURE, ha dicho el italiano, demuestran que los inversores están interesados en adquirir instrumentos financieros denominados en euros.
Por eso, Bruselas también fomentará el desarrollo de derivados energéticos y de materias primas denominados en la moneda europea y también «facilitará el surgimiento de índices de referencia y plataformas de negociación en euros. A esto se suman los trabajos del Banco Central Europeo (BCE) y otras instituciones europeas para valorar la creación de un euro ‘digital’.
Además de conseguir que el euro gane terreno el dólar, la estrategia pasa por mejorar las infraestructuras de los mercados financieros. «Es una cuestión clave para la estabilidad financiera. Estas infraestructuras están en el núcleo de nuestro sistema y desarrollan funciones críticas», ha defendido la comisaria de Servicios Financieros, Mairead McGuinness.
Dentro de este capítulo, la Comisión prevé medidas para aumentar la solidez de las casas de liquidación y, en colaboración con las autoridades europeas de supervisión y el BCE, identificar las principales vulnerabilidades actuales de las infraestructuras de mercados financieros.
El tercer y último pilar de la estrategia busca fomentar una aplicación «uniforme» del régimen de sanciones de la UE y para ello la Comisión Europea desarrollará una base de datos que permita un intercambio «efectivo» de información entre Estados miembros.
De la misma forma, Bruselas tiene previsto trabajar con las capitales europeas para poner en marcha un «punto único de contacto» para tratar cuestiones transfronterizas, así como garantizar que los fondos comunitarios que se destinan a terceros países y organizaciones internacionales «no se utilizan de una forma que se violen las sanciones europeas».