El saldo positivo de la balanza comercial de China en 2020 alcanzó los 535.030 millones de dólares (440.553 millones de euros), la cifra más alta desde 2015, a pesar del impacto en el comercio mundial de la pandemia de Covid-19 y de las tensiones comerciales, lo que refuerza la posición del gigante asiático para ser la única gran economía mundial con crecimiento positivo en 2020.
En este sentido, el volumen de los intercambios comerciales de China en el conjunto del año alcanzó los 4,64 billones de dólares (3,8 billones de euros), un 1,5% más que en 2019, con un aumento del 3,6% de las exportaciones, hasta un récord de 2,59 billones de dólares (2,1 billones de euros), mientras que las compras chinas al exterior disminuyeron un 1,1% anual, hasta 2,05 billones de dólares (1,68 billones de euros).
Entre los principales socios comerciales de China, las exportaciones del gigante asiático hacia la Unión Europea aumentaron un 6,7% en 2020, hasta 390.978 millones de dólares (321.874 millones de euros) y las importaciones crecieron un 2,3%, hasta 258.550 millones de dólares (212.838 millones de euros).
En el caso de Estados Unidos, las exportaciones de China aumentaron un 7,9% en el año, hasta 451.813 millones de dólares (371.933 millones de euros), mientras que las importaciones desde EEUU se incrementaron en un 9,8%, hasta 134.907 millones de dólares (111.052 millones de euros), con un superávit comercial de 316.906 millones de dólares (260.881 millones de euros).
En el mes de diciembre,el volumen del comercio chino creció un 12,9% respecto del mes anterior, hasta 485.680 millones de dólares (399.885 millones de euros), incluyendo un alza del 18,1% de las exportaciones, hasta 281.930 millones de dólares (232.127 millones de euros) y del 6,5% de las importaciones, hasta 203.750 millones de dólares (167.758 millones de euros).
De este modo, en el último mes de 2020, China registró un superávit comercial récord de 78.170 millones de dólares (64.354 millones de euros).
Las exportaciones siguieron haciéndolo bien el mes pasado, ya que los nuevos cierres en el extranjero aseguraron que el cambio en el consumo de servicios a bienes persistiera en muchos de los socios comerciales de China,mientras que e repunte del crecimiento de las importaciones sugiere que la demanda interna sigue siendo fuerte», apunta Julian Evans-Pritchard, economista senior para China de Capital Economics.
No obstante, a pesar de que el experto confía en que el comercio chino seguirá siendo resistente a corto plazo, advierte de que probablemente «se debilitará más adelante este año», especialmente con la esperada vuelta gradual a la normalidad en los patrones de consumo en el extranjero a medida que se implementan las vacunas, mientras que las importaciones podrían debilitarse a medida que Pekín retire medidas de estímulo.