Ramírez metido en un problemón con el Real Zaragoza que llega a los tribunales
El Real Zaragoza vuelve a estar en el centro de la polémica, esta vez por un asunto que va más allá de los malos resultados deportivos. La salida de Miguel Ángel Ramírez no solo dejó números negativos en el campo, sino también un conflicto legal que amenaza con costarle al club maño una cifra cercana al millón de euros. El problema nace de la falta de acuerdo en el finiquito del técnico canario, lo que ha llevado a ambas partes a enfrentarse en los tribunales.
La situación, que parecía haberse cerrado con su destitución el pasado 16 de marzo, ha terminado escalando hasta los juzgados. Las negociaciones fracasaron y ni siquiera el acto de conciliación logró acercar posturas. Según fuentes cercanas a Ramírez, el club mostró poca voluntad para alcanzar un acuerdo amistoso, lo que ha obligado a judicializar el conflicto. Ahora será un juez, probablemente del ámbito laboral, quien decida si el Zaragoza debe pagar la compensación total reclamada por el técnico y su cuerpo técnico.
Un despido sin entendimiento y con cifras millonarias en juego
Ramírez llegó al banquillo del Zaragoza a finales de diciembre con un contrato de año y medio. Su llegada no estaba sujeta a objetivos deportivos concretos, pero los malos resultados precipitaron su salida. Apenas dirigió diez partidos, sumando solo siete puntos de treinta posibles, antes de ser destituido tras la derrota ante el Almería. Su marcha, además, supuso el adiós de Juan Carlos Cordero, entonces director deportivo.
Pero lo que parecía un simple relevo técnico se ha convertido en una bomba económica. Ramírez y sus tres asistentes —Endika Gaviña, Cristóbal Fuentes y Beñat Labaien— exigen el cumplimiento íntegro de sus contratos. En total, la cifra podría superar los 950.000 euros. Unos 250.000 correspondientes a la presente temporada y otros 700.000 proyectados para la campaña 2025/26. El club, que intentó negociar a la baja, no logró convencer al equipo saliente, que optó por defender sus derechos en los tribunales.
La normativa permite inscribir técnicos sin pagar al anterior
El Zaragoza, pese al conflicto, pudo fichar a Gabi Fernández sin haber solucionado el caso Ramírez gracias a una normativa que rige desde 2017. Esta legislación permite a los clubes de Primera y Segunda División inscribir a nuevos entrenadores sin haber abonado previamente las deudas con sus antecesores. Pero hay una trampa en el calendario, el 30 de junio es la fecha límite. Si para entonces no se ha resuelto la situación, el club no podrá registrar licencias ni de técnicos ni de futbolistas.
Este detalle añade aún más presión a una directiva que ya trabaja con el agua al cuello. De no solucionarse el conflicto a tiempo, el plan de planificación deportiva para la próxima temporada quedaría seriamente condicionado. Aunque lo más habitual es que los jueces fallen a favor del cumplimiento de los contratos, todavía existe una pequeña ventana para que ambas partes lleguen a un nuevo acuerdo antes de que se dicte sentencia, evitando así más desgaste institucional y económico.