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Yogures buenos, regulares y malos: La OCU pone orden en el súper

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Comprar yogur parece fácil, pero todo cambia cuando te enfrentas al estante del supermercado y te encuentras con decenas de opciones que prometen ser las mejores. Entre etiquetas llamativas, términos como “bifidus activo”, “0% materia grasa” o “con trozos de fruta”, tomar una buena decisión nutricional puede volverse una odisea. Por suerte, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha hecho el trabajo duro por nosotros: ha analizado los yogures más vendidos y revela cuáles son realmente los mejores.

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Y no se trata solo de sabor o textura. La OCU ha puesto el foco en los ingredientes, la calidad de los fermentos, la presencia de azúcares añadidos y el precio por kilo. El resultado es una lista clara de yogures que sí merecen un lugar en nuestra nevera y otros que conviene dejar en la estantería.

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Los peores yogures del supermercado: lo que conviene evitar, según la OCU

Los peores yogures del supermercado: lo que conviene evitar, según la OCU
Fuente: Agencias

No todo lo que se vende como yogur es buena elección. La OCU también ha señalado cuáles son los productos que, por su composición o calidad, no deberían estar en nuestro carrito de la compra. Y aunque puedan parecer tentadores por su sabor o su imagen, estos yogures fallan en lo esencial.

El peor valorado del estudio es el yogur de fresa desnatado de la marca Conserva, con tan solo 58 puntos. ¿El problema? Un sabor artificial y una textura muy criticada por los expertos. En la misma línea, el yogur desnatado con trozos de fresa de Carrefour se queda en 59 puntos. Aunque promete fruta, su sabor es decepcionante y no justifica el nombre ni el precio.

Tampoco aprueba el yogur desnatado Bífidus de fresa de El Corte Inglés, con una puntuación de 61. La OCU destaca que, aunque se presenta como una opción funcional, no alcanza el nivel deseado en cuanto a calidad de ingredientes y elaboración.

Estos casos sirven como recordatorio de que una etiqueta bonita no equivale a un producto saludable. En ocasiones, menos es más. Y por eso es tan importante contar con comparativas como la de la OCU, que ponen en evidencia las diferencias reales entre productos que a simple vista parecen similares.

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