Especial 20 Aniversario

La función secreta de tu lavadora que alarga la vida de tu ropa

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La lavadora, esa fiel compañera de fatigas domésticas que nos libera de horas de fregoteo a mano, guarda secretos que van más allá de seleccionar el programa adecuado para la seda o el algodón. Pocos saben que existe una función específica en su lavadora diseñada no para la ropa, sino para el propio electrodoméstico, una característica crucial que puede marcar la diferencia entre prendas que duran años y otras que parecen envejecer prematuramente, además de evitar olores desagradables y la transferencia de huéspedes indeseados a nuestra colada. Es hora de desvelar ese misterio y comprender por qué ignorarlo puede estar acortando la vida útil de nuestras prendas favoritas y comprometiendo su higiene.

En el corazón de nuestro hogar, este aparato trabaja sin descanso, pero su interior, ese tambor que vemos girar una y otra vez, puede convertirse en un microcosmos invisible si no le prestamos la atención debida. La humedad constante, los restos de detergente y suavizante, las fibras de tejido desprendidas y la cal del agua crean un caldo de cultivo perfecto para bacterias y hongos, , enemigos silenciosos que prosperan en la oscuridad y la humedad residual tras cada lavado. Ignorar esta realidad no solo afecta al rendimiento del electrodoméstico, sino que tiene consecuencias directas sobre la ropa que confiamos a su cuidado, impregnándola de olores persistentes y, lo que es peor, de microorganismos que preferiríamos mantener bien lejos de nuestra piel.

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EL BOTÓN OLVIDADO: DESCIFRANDO EL CICLO DE LIMPIEZA DEL TAMBOR

Fuente: Freepik

Afortunadamente, los fabricantes de electrodomésticos son conscientes de este problema y muchos modelos modernos de lavadoras incorporan una solución específica: el ciclo de limpieza del tambor. Esta función, a menudo relegada al olvido o desconocida por muchos usuarios, está diseñada exclusivamente para higienizar el interior de la máquina, no para lavar ropa. Utiliza parámetros diferentes a los ciclos habituales, , como temperaturas más elevadas (a menudo entre 60°C y 90°C), niveles de agua más altos y patrones de agitación específicos para desprender y eliminar la suciedad acumulada, el biofilm y los microorganismos de todas las superficies internas a las que el agua puede llegar.

Este ciclo especial representa un mantenimiento preventivo fundamental para asegurar no solo la higiene de nuestra colada, sino también el buen funcionamiento y la longevidad del propio aparato. Mientras que un ciclo normal se centra en eliminar la suciedad de los tejidos, el ciclo de limpieza del tambor se enfoca en sanear el contenedor, , asegurando que el entorno donde lavamos nuestra ropa esté libre de contaminantes que puedan afectar negativamente tanto a las prendas como a la eficiencia de la propia lavadora. Ejecutarlo periódicamente es una inversión mínima de tiempo y energía con beneficios considerables.