En el ámbito de la nutrición saludable, pocos superalimentos han generado tanta conversación como la espirulina fresca. Reconocida por su perfil nutricional excepcional y su versatilidad, también ha sido objeto de numerosas ideas erróneas que confunden a consumidores potenciales. Ante esta situación, la empresa catalana Blauver, pionera en el cultivo de espirulina fresca en España, ha decidido abordar de manera directa los principales mitos que rodean este alimento. Su objetivo es informar con rigor científico y transparencia, basándose en estudios actualizados y en su experiencia como productores comprometidos con la salud y la sostenibilidad. A continuación, Blauver desmonta cinco de los mitos más extendidos sobre la espirulina fresca.
Mitos comunes sobre la espirulina fresca: lo que no es verdad
Mito 1: La espirulina fresca no es segura para embarazadas
Blauver aclara que la espirulina fresca puede ser segura durante el embarazo, siempre que provenga de cultivos certificados y controlados, como los suyos. Aporta hierro, proteínas y antioxidantes, nutrientes clave en esta etapa.
Mito 2: La espirulina fresca daña la tiroides
Este mito parte de una confusión con las algas marinas. La espirulina no es un alga, sino una cianobacteria cultivada en agua dulce. No contiene yodo en niveles significativos, por lo que no afecta negativamente a la tiroides.
Mito 3: La espirulina fresca puede estar contaminada con metales pesados
Blauver asegura que su espirulina fresca se cultiva en un entorno cerrado y controlado, con agua purificada, sin riesgo de contaminación por toxinas o metales pesados.
Mito 4: La espirulina fresca pierde propiedades al refrigerarse
Lejos de perder propiedades, la espirulina fresca mantiene sus nutrientes intactos cuando se conserva adecuadamente. De hecho, su estado fresco evita procesos industriales que degradan su calidad, convirtiéndose en la manera más pura de consumirla y obtener el 100% sus beneficios.
Mito 5: La espirulina fresca tiene un sabor desagradable
La espirulina de calidad tiene un sabor neutro, que hace que su consumo sea aún más fácil y agradable, sin importar la forma en que se consuma. Además, Blauver ha desarrollado formatos de consumo agradables y versátiles, como los comprimidos, lo que facilita su incorporación diaria.
Compromiso con la transparencia y la ciencia
Blauver continúa su labor educativa y de innovación desde su planta de producción en Cataluña, promoviendo una nutrición basada en información verificada y prácticas sostenibles. Con más de 50 puntos de venta y una creciente comunidad online, reafirma su papel como referente en el universo de la espirulina fresca.