Especial 20 Aniversario

Las últimas pruebas médicas de Juan Carlos I revelarían un diagnóstico irreversible

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La salud del rey emérito Juan Carlos I ha llegado a un punto de no retorno. Las recientes pruebas médicas que fueron realizadas antes de su viaje a Sanxenxo la semana pasada confirmarían lo que sus cercanos y expertos venían anticipando: el deterioro físico y cognitivo del padre de Felipe VI ya no tiene marcha atrás

A sus 87 años, el rey emérito se enfrenta a un cuadro clínico que, además de limitar su movilidad, también señala una progresiva pérdida de independencia. La información, publicada por el medio En Blau, adelanta que su pierna izquierda ya no responde, agregando este diagnóstico a una lista de complicaciones que involucran: artrosis avanzada, degeneración ósea y episodios crecientes de desorientación o incluso supuesta demencia senil.  

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La batalla emocional entre la negación y el temor a la dependencia

La batalla emocional entre la negación y el temor a la dependencia  
La Batalla Emocional Entre La Negación Y El Temor A La Dependencia | Fuente:&Nbsp;Rtve&Nbsp;&Nbsp;

Fuentes allegadas al exmonarca, citadas por EN Blau, indican que Juan Carlos I enfrenta un momento emocionalmente crítico. «Debería usar [la silla de ruedas] ya, como su hermana Margarita, pero le da mucha vergüenza. Lo ve como un signo de debilidad», señala el medio. El rechazo de aceptar su nueva realidad desencadena un aislamiento progresivo: evita apariciones públicas, eventos sociales e incluso ha presentado pérdida de apetito.  

El emérito teme convertirse en una persona dependiente. Durante su reciente presencia en Sanxenxo, su estado de salud fue evidente: sus movimientos eran lentos, presentó dificultad para mantener el equilibrio y ha perdido masa muscular.