En tiempos donde la inflación afecta severamente la cesta de la compra, descubrir alimentos nutritivos y económicos se ha convertido en todo un arte. Los antioxidantes, esos componentes esenciales para combatir el envejecimiento celular y prevenir numerosas enfermedades, suelen asociarse a productos caros como los frutos rojos o alimentos de moda importados de lejanos países, haciendo que muchos bolsillos sufran para mantener una alimentación saludable.
Lo que muchos españoles ignoran es que en los estantes menos glamurosos del supermercado se esconde un tesoro nutricional que apenas supera el euro por unidad. La humilde col o repollo, ese vegetal que nuestras abuelas preparaban en potajes y guisos, constituye una de las fuentes más ricas de antioxidantes accesibles en nuestro mercado y aporta beneficios increíbles para nuestra salud a un precio irrisorio. Mientras muchos productos «superfood» vacían nuestros bolsillos, este básico de toda la vida espera pacientemente a ser redescubierto por una sociedad que parece haberlo relegado injustamente a un segundo plano.
5¿POR QUÉ NO APROVECHAMOS MÁS ESTE SUPERALIMENTO LOCAL?
A pesar de sus evidentes beneficios nutricionales y económicos, la col ha ido perdiendo protagonismo en la cesta de la compra de los españoles durante las últimas décadas. Este fenómeno responde a varios factores socioculturales que han modificado nuestros hábitos alimentarios, alejándonos de ingredientes tradicionales en favor de productos más procesados o de tendencia.
El marketing agresivo de «superalimentos» exóticos ha eclipsado injustamente a nuestros propios superalimentos locales. Mientras gastamos cantidades considerables en bayas de goji o semillas de chía importadas, ignoramos que la col común contiene niveles de antioxidantes comparables o superiores a muchos de estos productos de moda a una fracción de su precio. Otro factor determinante ha sido el alejamiento generacional de los conocimientos culinarios tradicionales. Muchos jóvenes desconocen cómo preparar la col de forma apetitosa o la asocian únicamente con recetas antiguas y laboriosas, cuando la realidad es que existen preparaciones rápidas y modernas que se adaptan perfectamente al ritmo de vida actual. Los antioxidantes de la col se conservan mejor con técnicas de cocción rápidas como el salteado o el vapor, métodos que además preservan su textura y sabor, haciendo de este vegetal un aliado perfecto para la cocina cotidiana saludable y económica.