El Mutua Madrid Open vivió uno de esos momentos que quedan grabados en la memoria, la inesperada y temprana eliminación de Novak Djokovic.
El actual número cinco del mundo cayó derrotado en su debut frente al italiano Matteo Arnaldi, en un duelo que apenas duró una hora y cuarenta minutos, con parciales de 6-3 y 6-4.
La derrota no solo sorprendió al público, sino que también confirmó un proceso de cambio profundo que Djokovic viene experimentando en los últimos meses, tratando de reencontrarse con su mejor versión.
2La cruda aceptación de una nueva etapa para Djokovic
Más allá del análisis frío del partido, el serbio dejó escapar reflexiones más profundas sobre su nueva realidad competitiva.
«Esperaba al menos jugar un partido más que en Montecarlo», confesó, dejando claro que sus metas han cambiado. Ya no se trata de llegar a finales como en sus años dorados, sino de ganar un par de partidos.
«Es una realidad nueva para mí pensar en ganar uno o dos partidos en vez de pensar en llegar lejos, como en mis más de 20 años de carrera. Es para mí un reto mental enfrentarme a estas sensaciones en la cancha», explicó con franqueza. Un mensaje cargado de humanidad y vulnerabilidad.