Especial 20 Aniversario

Tu Smart TV tiene ‘ojos y oídos’: desactiva esta función espía AHORA MISMO o lo sabrán todo

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Las pantallas inteligentes han revolucionado la forma en que consumimos contenidos audiovisuales en nuestros hogares. Una Smart TV ofrece infinitas posibilidades de entretenimiento, desde servicios de streaming hasta videojuegos, todo ello conectado a internet para brindarnos una experiencia personalizada. Sin embargo, detrás de esta comodidad se esconde una realidad inquietante que pocos usuarios conocen: estos dispositivos recopilan constantemente información sobre nuestros hábitos de consumo y, en algunos casos, incluso escuchan nuestras conversaciones privadas.

La tecnología avanza a pasos agigantados, pero la transparencia sobre cómo funcionan estos aparatos no siempre va a la par. Los fabricantes de televisores inteligentes han implementado sistemas como el reconocimiento automático de contenido (ACR) y micrófonos permanentemente activos que, bajo la promesa de mejorar nuestra experiencia de usuario, registran meticulosamente cada programa que vemos, cada aplicación que utilizamos e incluso lo que decimos en la intimidad de nuestro salón. Esta práctica, que roza lo intrusivo, plantea serias cuestiones sobre privacidad que merecen nuestra atención inmediata.

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EL NEGOCIO MULTIMILLONARIO DETRÁS DE TUS DATOS

Fuente: Freepik

La industria de la publicidad dirigida ha encontrado en las Smart TV una mina de oro informativa. Un televisor inteligente promedio recopila aproximadamente 760 gigabytes de datos sobre sus usuarios anualmente, información que luego se vende a terceros por cantidades que pueden superar los 50 euros por usuario, generando un negocio que mueve miles de millones a nivel global. Esta rentabilización de nuestra intimidad explica por qué algunos modelos de Smart TV se venden a precios sorprendentemente económicos.

El verdadero producto no es el televisor en sí, sino la información que generamos al utilizarlo. Las principales marcas de Smart TV han desarrollado sofisticados algoritmos que, además de registrar qué contenidos consumimos, analizan cuánto tiempo dedicamos a cada programa, en qué momentos abandonamos un visionado y qué tipo de publicidad capta más nuestra atención. Este perfil de usuario detallado permite predecir comportamientos futuros con una precisión alarmante, convirtiendo nuestra Smart TV en una poderosa herramienta de vigilancia comercial camuflada como un inocente electrodoméstico de entretenimiento.