Especial 20 Aniversario

Tu Smart TV tiene ‘ojos y oídos’: desactiva esta función espía AHORA MISMO o lo sabrán todo

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Las pantallas inteligentes han revolucionado la forma en que consumimos contenidos audiovisuales en nuestros hogares. Una Smart TV ofrece infinitas posibilidades de entretenimiento, desde servicios de streaming hasta videojuegos, todo ello conectado a internet para brindarnos una experiencia personalizada. Sin embargo, detrás de esta comodidad se esconde una realidad inquietante que pocos usuarios conocen: estos dispositivos recopilan constantemente información sobre nuestros hábitos de consumo y, en algunos casos, incluso escuchan nuestras conversaciones privadas.

La tecnología avanza a pasos agigantados, pero la transparencia sobre cómo funcionan estos aparatos no siempre va a la par. Los fabricantes de televisores inteligentes han implementado sistemas como el reconocimiento automático de contenido (ACR) y micrófonos permanentemente activos que, bajo la promesa de mejorar nuestra experiencia de usuario, registran meticulosamente cada programa que vemos, cada aplicación que utilizamos e incluso lo que decimos en la intimidad de nuestro salón. Esta práctica, que roza lo intrusivo, plantea serias cuestiones sobre privacidad que merecen nuestra atención inmediata.

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MICRÓFONOS SIEMPRE ALERTA: ¿QUIÉN ESCUCHA TUS CONVERSACIONES?

Fuente: Freepik

El control por voz se ha convertido en uno de los reclamos estrella de las Smart TV modernas. La posibilidad de cambiar de canal, ajustar el volumen o buscar contenidos simplemente hablando resulta tremendamente cómoda. Lo que muchos desconocen es que para que esta función opere eficazmente, el micrófono debe permanecer constantemente activado, escuchando en todo momento a la espera de detectar las palabras de activación.

Esta escucha continua plantea interrogantes inquietantes sobre qué ocurre con todas esas conversaciones que mantenemos frente al televisor sin intención de interactuar con él. Aunque los fabricantes insisten en que solo procesan los comandos específicos, numerosos informes técnicos han demostrado que estos dispositivos a veces capturan fragmentos de conversaciones privadas, que pueden terminar almacenados en servidores externos. El riesgo de que información sensible sobre nuestra vida personal, hábitos o incluso datos bancarios mencionados casualmente frente a la Smart TV acaben en manos incorrectas es una preocupación legítima que no debemos ignorar.