Hansi Flick, en el centro de la tormenta por una decisión que puede costarle muy caro al FC Barcelona
El regreso de Marc-André Ter Stegen ha abierto un frente interno que nadie veía venir en el FC Barcelona. Justo cuando la temporada entra en su fase más decisiva, Hansi Flick se encuentra en medio de una encrucijada que amenaza con alterar la estabilidad del vestuario. El técnico alemán confirmó en conferencia de prensa que el guardameta alemán ya está completamente recuperado de su lesión de rodilla y listo para volver a competir.
Sin embargo, el regreso de Ter Stegen no es solo una cuestión médica. Su vuelta pone sobre la mesa un debate tan sensible como urgente. ¿De verdad vale la pena tocar lo que, hasta ahora, venía funcionando con Wojciech Szczesny en el arco? La respuesta no luce nada sencilla y podría tener consecuencias que trascienden lo deportivo.
La presión de Hansi Flick por decidir
Lo que complica aún más la decisión de Hansi Flick no es únicamente elegir a su portero titular, sino el contexto en el que lo hace. Desde su llegada, Szczesny ha rendido con nota alta. Ha sido clave en partidos trascendentes y se ganó rápidamente la confianza de sus compañeros. Pero Ter Stegen no es un arquero cualquiera. Es el capitán del equipo, un referente en el vestuario y uno de los jugadores más identificados con el escudo.
Además, su vuelta complica la situación en Champions League. El reglamento solo permite inscribir a uno de los dos. El análisis es claro y es que quedan muy pocos partidos y muy importantes como para abrir un debate ahora sobre si juega un portero u otro. De hecho, Flick no está seguro y la química se puede ver afectada si cambia de portero. En otras palabras, elegir a Ter Stegen implicaría dejar completamente fuera a Szczesny. Un movimiento de alto riesgo en un momento donde el margen de error es nulo.
Gestión de grupo por Hansi Flick en entredicho
Este no es el único foco de presión sobre Hansi Flick. En las últimas semanas, su gestión del vestuario ha sido puesta bajo la lupa. Lesiones musculares como la de Lewandowski, la sobrecarga de minutos en Ferran Torres y los enfados públicos de jugadores como Ansu Fati revelan un vestuario tensionado. “Puedo entender que los jugadores no estén contentos, fui profesional y les entiendo… pero deben saber aceptar la situación”, explicó Flick, evidenciando que no todos están alineados con su manera de conducir al grupo.
El ambiente no es el ideal. A eso se suma una percepción generalizada de que el cuerpo técnico improvisa en momentos clave. La falta de regularidad en las rotaciones, la indefinición táctica y ahora el dilema en la portería dibujan un escenario donde el entrenador parece más reactivo que proactivo. En un club que se exige competir siempre por todo, cada detalle cuenta, y los errores no se perdonan fácilmente.
La temporada está en su fase decisiva. Se viene la final de la Copa del Rey ante el Real Madrid y los compromisos de Champions League que marcarán el balance del año. En este sentido, tomar una decisión tan delicada como cambiar de arquero titular puede desestabilizar todo lo construido hasta ahora. Szczesny tiene ritmo, seguridad y confianza. Ter Stegen, por más prestigio que tenga, vuelve tras una larga inactividad y sin certezas sobre su nivel competitivo actual.