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Alimentos inesperados que podrían arruinarte en un control de la DGT

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Conducir bajo los efectos del alcohol sigue siendo una de las principales causas de siniestros viales en nuestro país. Lo dice la Dirección General de Tráfico (DGT) y lo confirman las estadísticas: el alcohol está presente en uno de cada tres accidentes de tráfico graves. Aunque todos sabemos que beber y conducir no van de la mano, hay una cara poco conocida del asunto que puede poner a cualquier conductor en aprietos: los falsos positivos por consumo de alimentos o productos cotidianos.

Sí, aunque suene extraño, es posible que des positivo en un control de alcoholemia sin haber probado una sola copa. Algunos alimentos, medicamentos y productos de higiene bucal pueden alterar momentáneamente los resultados del alcoholímetro. Y con la reciente reducción de los límites legales anunciada por la DGT, el riesgo de que esto ocurra ha aumentado. En este artículo te contaremos todo lo que debes saber para evitar sustos innecesarios.

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Los alimentos “inocentes” que pueden jugarte una mala pasada

Los alimentos “inocentes” que pueden jugarte una mala pasada
Fuente: Agencias

Uno de los retos más complejos para la DGT es sensibilizar sobre el riesgo real del alcohol al volante, pero también advertir sobre ciertos productos que, aunque inocentes, pueden alterar un control. Muchos conductores desconocen que alimentos cotidianos pueden provocar falsos positivos en el alcoholímetro si se consumen justo antes de una prueba, sin haber ingerido alcohol realmente.

Entre estos alimentos destacan los caramelos y bombones con licor. Aunque se perciban como dulces inofensivos, su contenido alcohólico puede ser considerable. Al contener licores como ron, whisky o coñac, pueden dejar residuos en la boca. Si se realiza un control justo después de su consumo, el etilómetro podría registrar un resultado erróneo, generando confusión y posibles sanciones.

Las frutas muy maduras también son motivo de alerta. Cuando entran en fase de fermentación, liberan pequeñas cantidades de etanol. Plátanos, manzanas o uvas demasiado maduras pueden alterar momentáneamente el resultado del alcoholímetro si se ingieren justo antes del control. Aunque no generan intoxicación, el alcohol residual en la saliva sí puede desencadenar una lectura positiva.

Encurtidos como pepinillos, vinagre o chucrut, y algunos panes con levaduras naturales, también pueden dejar restos de alcohol. El proceso de fermentación que atraviesan estos productos puede ser suficiente para activar la sensibilidad del alcoholímetro. La DGT recuerda que estas pruebas miden el aire espirado, no la sangre, lo que puede llevar a interpretaciones erróneas sin una segunda prueba.