Según las informaciones, el Hapoel pueda acompañar al Maccabi Tel Aviv en la próxima Euroliga. Y aquí aparece Yabusele, pretendido por el Real Madrid. Porque la intención del club no es la de ser simples comparsas. Sino que quieren construir un superequipo y eso marca para que sean jugadores como Yabusele uno de los grandes pretendidos.
Los últimos en hacerlo han sido los de Backdoor Podcast, donde se ha explicado que hay nombres improtantes que su presidente quiere pescar para jugar la Euroliga. Aquí aparecen los de Nikola Mirotic, Guerschon Yabusele, Jean Montero y otros más. El Real Madrid de baloncesto, claro, está atento porque no quieren dejar escapar al francés.
Yabusele está en el radar del Hapoel para jugar la Euroliga, pero él no quiere marcharse de la NBA
Lo cierto es que con un equipo con Joel Embiid, Paul George o Tyrese Maxey los Philadelphia 76ers aparecían en el vagón de aspirantes a todo a comienzos de temporada. Sin embargo, las lesiones y una mala química han terminado con el conjunto eliminados de la carrera por el anillo en pleno mes de abril tras cerrar el curso con un balance de 24 victorias y 58 derrotas. Números que no invitan precisamente a sonreír.
Y aquí se tiene a Yabusele. Que tiene claro que de momento no piensa en salir de Estados Unidos. Porque más allá del interés del Hapoel para contar con él y otras figuras, el ex madridista tendría claro que su andadura en la NBA le agrada, pero sobre todo que no pretende ahora mismo salir de la NBA. El Real Madrid lo buscó, pero parece improbable que esto suceda.
El francés ya salió del Real Madrid el pasado verano en una compleja operación
El pasado verano, y tras conseguir la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de París, Yabusele sorprendió anunciando su intención de abandonar el Real Madrid y regresar a la NBA. El ala-pívot aceptó un contrato de un solo año con los Philadelphia 76ers a razón de un mínimo de poco más de dos millones de dólares de salario.
La operación de Yabusele no fue sencilla para ninguna de las partes involucradas. El jugador francés tenía una cláusula de salida a la NBA de 2,5 millones de euros que tenía que depositar para salir del club blanco, pero al contrario que con operaciones clásicas, no fueron los Sixers quienes pusieron el dinero. O no todo. Porque las franquicias NBA tienen un límite de dinero que pueden emplazar para cláusulas: 850.000 dólares y lo que faltaba se resolvió entre el jugador y el Real Madrid.