La religión católica, una de las más importantes del mundo, al igual que las demás religiones, se rige por una serie de normas, (por aquello de que sin normas no hay orden), pues esas normas evidentemente también aplican a la elección del nuevo Papa y de ese proceso de elección justamente se trata el famoso y misterioso cónclave.
Cuando un Papa fallece o decide renunciar, comienza un proceso complejo que sigue siglos de tradición: el cónclave. Este evento, rodeado de misterio y simbolismo, es el momento en que los cardenales de todo el mundo se reúnen para elegir al nuevo líder de la Iglesia Católica, se trata de un proceso totalmente secreto en el que los cardenales totalmente aislados realizan una serie de votaciones hasta llegar a un consenso. Si alguna vez te has preguntado cómo se lleva a cabo este proceso secreto, aquí te explicamos cómo funciona, desde la votación hasta la famosa fumata blanca.
2El cónclave: ¿cómo votan los cardenales para elegir al nuevo Papa?
Una vez que se inicia el cónclave, los cardenales se encierran bajo llave en la Capilla Sixtina, un lugar tan simbólico como secreto. El término «cónclave» proviene del latín «cum clave», que significa «bajo llave», una expresión que toma al pie de la letra. Nadie puede entrar ni salir mientras dure la votación, y para evitar cualquier influencia externa, los cardenales están desconectados de los medios de comunicación y teléfonos móviles y durante todo el proceso, que como sabemos puede tardar un día o una semana, todo depende de los acuerdos alcanzados por los cardenales.
Cada cardenal vota de manera secreta, escribiendo el nombre de un candidato en una papeleta que luego se introduce en una urna. En caso de que ninguno de los cardenales logre obtener los dos tercios de los votos necesarios, los votos se queman junto con sustancias químicas que producen humo negro, lo que indica que aún no se ha elegido al nuevo Papa. Es entonces cuando el proceso continúa, con nuevas rondas de votación.
