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El desastre del alquiler en Cataluña: una habitación en Barcelona es un lujo

Compartir piso, una opción que en otros tiempos representaba una solución asequible para jóvenes, estudiantes o trabajadores recién llegados, se ha convertido hoy en Cataluña en un lujo cada vez más difícil de costear. El aumento vertiginoso del precio de las habitaciones está transformando el mercado del alquiler en esta comunidad, desplazando incluso a Madrid como la zona más cara del país para esta modalidad.

El encarecimiento de los alquileres ha puesto en jaque a miles de personas que antes encontraban en el piso compartido una vía para vivir con cierta independencia. Ahora, hasta esa alternativa comienza a ser inaccesible para muchos. ¿Qué está ocurriendo realmente con el mercado del alquiler en Cataluña? ¿Es la regulación la culpable? ¿O es solo un síntoma más del complejo problema del acceso a la vivienda?

Alquilar por habitaciones cuesta ya 636 euros en Cataluña

Alquilar Por Habitaciones Cuesta Ya 636 Euros En Cataluña
Fuente: Agencias

Según datos de Fotocasa, alquilar una habitación en Cataluña cuesta ya de media 636 euros mensuales. Esta cifra convierte a la comunidad en la más cara de toda España en este segmento del mercado, superando a Madrid, donde el precio medio es de 586 euros. La situación es aún más extrema en Barcelona, donde compartir piso puede alcanzar los 661 euros mensuales por habitación, el máximo histórico desde que se registran estos datos.

Por detrás de Cataluña y Madrid se encuentran comunidades como Baleares (574 euros), País Vasco (573), Navarra (472), Canarias (440) o Comunidad Valenciana (428). A nivel nacional, la media se sitúa en 520 euros, lo que evidencia la distancia que separa a Cataluña del resto del país. El alquiler por habitaciones, que en teoría debería ser una opción más económica, está dejando de serlo en muchos núcleos urbanos catalanes.

Un incremento imparable: el precio se ha doblado en nueve años

Un Incremento Imparable: El Precio Se Ha Doblado En Nueve Años
Fuente: Agencias

Aunque el crecimiento interanual del precio en Cataluña se ha moderado ligeramente con un 9,3% de subida, el panorama general sigue siendo preocupante para todo el país, pero principalmente para esta Comunidad Autónoma. En el conjunto de España, los precios han aumentado un 11,7% en tan solo un año. Pero lo más alarmante es la evolución a medio y largo plazo: desde 2021, el precio de las habitaciones ha subido un 43%, y desde 2015, el incremento es de un 97%. Es decir, prácticamente se han duplicado en menos de una década.

Este incremento sostenido no responde solo a la inflación o a una mayor demanda, sino a un cambio estructural en el modelo de acceso a la vivienda, es lo que señalan algunos expertos en la materia. Para muchas personas, alquilar una vivienda completa es simplemente imposible, y ni siquiera alquilar una habitación resulta ya asequible. El mercado está expulsando del sistema a quienes no pueden asumir estas cifras, especialmente jóvenes, estudiantes y trabajadores con sueldos bajos, los que se encuentran en situación vulnerabilidad, de allí la urgencia del actuar del Gobierno.

Aumenta la oferta de alquiler… pero no de pisos enteros en Barcelona

Aumenta La Oferta… Pero No De Pisos Enteros
Fuente: Agencias

Un dato curioso es que, pese al encarecimiento de los precios, la oferta de habitaciones en alquiler ha crecido notablemente en Cataluña, y como no hacerlo con este incremento de precios. En Barcelona, por ejemplo, el número de habitaciones disponibles se duplicó en 2023 y volvió a aumentar otro 23% en 2024. A nivel nacional, el aumento de la oferta es del 22%. Sin embargo, esta tendencia esconde un problema mayor: no hay más viviendas disponibles, sino más habitaciones, lo que indica una fragmentación del parque inmobiliario.

Mientras crece el alquiler por habitaciones, la oferta de pisos completos para alquilar de forma convencional ha caído en picado. Según datos del sector, en solo año y medio, la disponibilidad de viviendas de larga duración ha descendido un 50%. Esto sugiere que muchos propietarios están optando por dividir sus viviendas y alquilarlas por habitaciones, una fórmula que permite sortear los efectos de la regulación y aumentar el rendimiento económico.

Una regulación que no convence ni a inquilinos ni a propietarios

Una Regulación Que No Convence Ni A Inquilinos Ni A Propietarios
Fuente: Agencias

La entrada en vigor de la Ley de Vivienda en mayo de 2023 pretendía frenar la escalada de precios y mejorar el acceso a la vivienda, especialmente en las llamadas zonas tensionadas. Sin embargo, los resultados no están siendo los esperados. En Cataluña, donde la normativa se aplica en más de 270 municipios, los precios siguen al alza y la oferta de pisos tradicionales se ha desplomado. La ley, en lugar de contener los precios, parece haber generado efectos secundarios indeseados.

En Barcelona, los datos hablan por sí solos: desde 2020, la ciudad ha perdido más del 80% de su oferta de alquiler residencial, y las razones son bastante variadas, desde alquiler vacacional hasta escaza oferta de vivienda. En la actualidad, el 76% de las nuevas ofertas de arrendamiento en la ciudad corresponden a habitaciones, y no a pisos enteros. Esta transformación del mercado responde, en parte, a la intención de los propietarios de esquivar los límites al alquiler y evitar compromisos a largo plazo. Pero también evidencia una falta de respuesta estructural a la escasez de vivienda asequible.

El nuevo perfil del inquilino: ni joven ni estudiante

El Nuevo Perfil Del Inquilino: Ni Joven Ni Estudiante
Fuente: Agencias

El clásico perfil del inquilino que comparte piso ha cambiado drásticamente. Ya no se trata únicamente de estudiantes universitarios o jóvenes trabajadores en sus primeros empleos. Cada vez más, personas adultas de entre 35 y 50 años se ven obligadas a alquilar habitaciones porque no pueden permitirse vivir solas y lo preocupante de estas edades es que suelen ser personas con familias, hijos. En muchos casos, son personas que han perdido su vivienda, que trabajan con contratos temporales o que tienen ingresos inestables.

Según informes recientes de “Cáritas”, más de 50.000 personas viven actualmente en habitaciones alquiladas en Cataluña. Este fenómeno no solo refleja una transformación del mercado, sino también un aumento de la precariedad habitacional y de la calidad de vida de los españoles.

Y por otro lado, tenemos a uno de los grupos más afectados, las mujeres que desgraciadamente, casi siempre vienen acompañadas por hijos pequeños. “Las mujeres, en particular, representan uno de los grupos más afectados por esta nueva realidad”. Y lo más triste de la historia, es que lejos de ser una opción temporal o voluntaria, compartir piso se ha convertido en una imposición estructural para miles de personas en situación de vulnerabilidad.