Con el paso del tiempo, nuestros hábitos cambian. También lo hace nuestra forma de conducir. Por eso, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha decidido actualizar la normativa que regula el carnet de conducir para las personas mayores de 65 años. El objetivo es claro: preservar la seguridad en carretera sin vulnerar la autonomía de los conductores más veteranos.
A partir de este año, las reglas del juego se endurecen. Y no se trata solo de renovar el carnet cada cierto tiempo, sino de demostrar —con pruebas médicas concretas— que seguimos siendo aptos para estar al volante. La DGT busca así un equilibrio delicado entre precaución y respeto. En este artículo te contaremos cuáles son los nuevos requisitos para renovar el carnet de conducir.
2Pruebas más exigentes: lo que pedirá la DGT desde 2025

Los trámites dejarán de ser una simple formalidad. A partir del próximo año, todos los mayores de 65 que deban renovar el carnet deberán someterse a evaluaciones más exhaustivas. Esta decisión, anunciada por la DGT, persigue garantizar que los conductores sigan contando con las capacidades físicas y mentales necesarias para reaccionar con rapidez y seguridad en situaciones de tráfico. Estas son las nuevas pruebas que formarán parte del proceso:
- Evaluación visual completa: no bastará con leer las letras en la clásica tabla de optometría. Se analizará también la capacidad para conducir en condiciones de poca luz, como al atardecer o durante la noche. La DGT reconoce que muchos accidentes se producen en estos horarios, cuando la agudeza visual disminuye.
- Reflejos y coordinación motora: mediante simulaciones y test específicos, se medirá el tiempo de reacción ante estímulos inesperados. ¿Qué tan rápido frena una persona mayor si se cruza un peatón? ¿Puede girar con agilidad el volante ante un obstáculo?
- Estado cognitivo: no se trata solo de memoria, sino también de la habilidad para tomar decisiones rápidas y seguras. Algunas pruebas servirán para detectar signos tempranos de deterioro cognitivo, como desorientación o lentitud de procesamiento.
- Chequeo de enfermedades cardiovasculares y neurológicas: la DGT requerirá informes médicos que acrediten que el conductor no sufre dolencias que puedan ponerlo en riesgo (ni a él ni al resto de usuarios de la vía). Un desmayo al volante o un episodio de confusión podrían tener consecuencias fatales.
En palabras de un portavoz de la DGT, estas medidas no son una penalización a la vejez, sino un “acto de prevención y cuidado colectivo”.