El ascenso meteórico de Maroan Sannadi, quien pasó directamente del Barakaldo a debutar con el primer equipo del Athletic Club de Bilbao, se ha convertido en fuente de inspiración para muchos jóvenes futbolistas que militan en las categorías inferiores del fútbol español. Su caso es un claro ejemplo de que, con trabajo y constancia, es posible dar el salto desde la Primera o Segunda RFEF a la élite del fútbol nacional. Su evolución ha roto barreras y ha demostrado que el talento puede aparecer en cualquier rincón del fútbol modesto.
Uno de los jugadores que ha puesto su mirada en el ejemplo de Maroan Sannadi es Ewan Urain, delantero del Navalcarnero formado en Lezama. Urain, que conoce bien el entorno del Athletic Club de Bilbao, no oculta su ambición por seguir un camino similar. «Este caso en concreto, varios compañeros que he tenido han estado con él en el Barakaldo», señala, reconociendo la cercanía del ejemplo de Sannadi. Para muchos, este tipo de historias refuerzan la idea de que aún sin estar en la élite, se puede soñar con ella.
El cambio de paradigma en el fútbol español
Lo que antes parecía una excepción, hoy se está convirtiendo en una tendencia cada vez más habitual. Como señala el propio Urain, «hay que tener en cuenta que el nivel del fútbol es cada vez más alto y que cada vez hay menos diferencia entre categorías». La profesionalización de los cuerpos técnicos y el seguimiento que hacen los clubes de Primera y Segunda División a jugadores de categorías inferiores ha permitido que el fútbol modesto sea un escaparate cada vez más valorado.
Maroan Sannadi es la prueba viviente de que esos pasos son posibles. Su rendimiento con el Barakaldo fue tan sólido que convenció al Athletic de que estaba preparado para afrontar el reto de Primera División. No necesitó un paso intermedio, ni cesiones prolongadas. Su madurez futbolística, compromiso táctico y capacidad física le abrieron una puerta que antes parecía cerrada para muchos.
Maroan Sannadi cumple el sueño de Ewan Urain
Ewan Urain no se esconde, quiere su oportunidad. «Yo no me cierro la puerta del Athletic. Soy muy optimista y pienso que si puedo estar con continuidad y haciendo el fútbol que tengo, puedo tener mi momento», afirma con determinación. Su confianza, combinada con el precedente de Maroan Sannadi, le impulsa a seguir luchando por hacerse un hueco en el fútbol profesional.
La historia de Maroan Sannadi no solo es un éxito individual, sino también un símbolo para todos aquellos que siguen soñando desde las categorías humildes del fútbol español. Un recordatorio de que, con trabajo y talento, todo es posible.