Anoche, el reality de Telecinco ‘Supervivientes’, demostró nuevamente por qué es el programa de supervivencia referencia en España. En la gala, una de las concursantes vivió una montaña rusa emocional, pasando de ser expulsada por falta de votos a convertirse en el primer «parásito» del concurso.
Esta anulación es un experimento social que cuestiona la ética del programa. ¿Es necesario ver sufrir a otros por entretenimiento? ‘Supervivientes’, de nuevo, pone el espejo frente a la audiencia y demuestra que, en los formatos de telerrealidad, las reglas pueden romperse.
El cambio en el guion que salvó a Laura Cuevas en ‘Supervivientes’
Lo que parecía la expulsión de Laura Cuevas del programa luego de recibir el menor apoyo del público. La participante se despidió de sus compañeros y agradeció al equipo de ‘Supervivientes’, pero, antes de dirigirse a su salida definitiva, la producción le indicó los nuevos planes.
Al llegar a la playa, se encontró con una estructura de madera que fue construida exclusivamente para ella. Jorge Javier Vázquez le contó: «Eres la primera en descubrir este nuevo giro de ‘Supervivientes’», explicándole que su expulsión quedaba cancelada debido al abandono previo de Almácor.
Sin embargo, esta decisión no fue un regalo excepto de condiciones. «A partir de este momento, te conviertes en un parásito. La plataforma en la que estás será tu nueva casa. Pase lo que pase, no puedes salir de aquí», explicó el presentador. Laura aceptó el reto: «Muy bien, no suena tan mal», respondió, aunque en ese momento ignoraba los retos que implicaba su ingreso. Convertirse en «parásito» es sinónimo de vivir bajo reglas extremas:
- Dependencia total: Sus compañeros serán los encargados de proporcionarle comida, agua y cuidados. Si deciden no ayudarla, Laura podría «desaparecer por inanición», como advirtió el presentador Jorge Javier.
- Aislamiento forzado: No podrá participar en juegos, retos, ni interactuar libremente con sus compañeros. Su única función, por ahora, es sobrevivir con la «caridad» del resto.
- Incertidumbre permanente: No se ha establecido una fecha límite para su estatus. «Vivirás ahí hasta nueva orden», explicó el presentador.
Este castigo no lo habíamos visto en el formato, agrega más presión psicológica. Laura, aunque no competirá, su presencia alterará la dinámica del grupo, forzando a los demás participantes a decidir entre la compasión y la estrategia.
La reacción de los concursantes
Cuando los integrantes de Playa Furia llegaron a la isla se encontraron con Laura en la plataforma, reaccionando de forma incrédula. Jorge Javier les explicó el nuevo rol de Cuevas: «Vivirá a costa de vosotros, es algo que nunca se ha hecho». La confesión generó risas inquietas y miradas de complicidad entre los náufragos, conscientes de que ahora tendrán una responsabilidad más.
Algunos de los participantes, como Kiko Jiménez, expresaron su incomodidad con esta nueva imposición «rompe las reglas del juego», mientras que otros, como Aurah Ruiz, la perciben como una posible aliada para futuras alianzas. Ahora bien, ¿la ayudarán por solidaridad o la dejarán languidecer para sacarla del juego?
¿Por qué este cambio en las normas en ‘Supervivientes’?
La producción de ‘Supervivientes’ de Telecinco busca innovar después de años repitiendo el mismo formato. Incluir a un «parásito» genera polémica —pero también, audiencia—, y también prueba hasta dónde priorizarán los concursantes el compañerismo frente a la competencia. Además, compensa el vacío de Almácor, ya que su expulsión médica y las bajas por abandono redujo el número de participantes.
Este cambio también muestra una tendencia creciente en los realities: castigos que mantienen a los expulsados «dentro» del juego, tal como pasó en ‘Gran Hermano’ que enviaban a los concursantes al ‘limbo’. La diferencia es que Laura no está en un espacio apartado, sino en una situación de vulnerabilidad y dependencia extrema.