La gasolina y el diésel tienen fecha de caducidad. Y no solo por la entrada en vigor de nuevas leyes que limitan su uso. Básicamente, porque el petróleo no es infinito. Tarde o tempranos se acabará, lo que pondrá punto y final al uso de estos dos combustibles. Pero, ¿qué alternativas nos ofrece el mercado? A continuación te contamos qué alternativas tienes si quieres borrarte de la lista de usuarios de gasolina o diésel.
Actualmente, se consideran combustibles de este tipo la electricidad, el hidrógeno, bioetanol, HVO (aceite vegetal hidrotratado, conocido como diésel renovable) y el gas natural. Este último puede darse en forma gaseosa de GNC (gas natural comprimido) o en forma licuada de GNL (gas natural licuado), así como también el GLP (gas licuado del petróleo).
EL BIODIÉSEL, EL DESCONOCIDO COMBUSTIBLE ALTERNATIVO A LA GASOLINA Y DIÉSEL
Actualmente, en el sector de la automoción, el paso a estas fuentes de energía supone una revolución, ya que pueden contribuir a la descarbonización (o eliminación) de los combustibles fósiles y a mejorar el comportamiento medioambiental del sector del transporte.
La razón del incremento del uso de estos combustibles es precisamente esta: cuidar el medioambiente. Una conducta que se incrementa progresivamente, tal como se puede verificar por la alta demanda actual de coches eléctricos, así como la gran cantidad de coches ofrecidos por el renting que incluyen automoción con estas tecnologías alternativas.
De hecho, grandes firmas del mercado, como Bank of America, han alertado del precio que va alcanzar el petróleo en las próximas semanas, superando la barrera de los 100 dólares por barril, lo que, debido a los recortes en la oferta y producción que están llevando a cabo ya desde la OPEP+, y otros socios como Rusia, México, Malasia o Bahrein, puede terminar por encarecer aún más el precio de la gasolina.
En España, el petróleo se utiliza para generar más del 50% de la energía primaria, seguido del gas y el carbón. Aunque en los últimos años se han potenciado las energías renovables, en años como 2020 y 2023 la electricidad generada a partir de combustibles fósiles fue la que más creció, con un incremento del 18% respecto del año anterior.
Y es aquí donde en los últimos tiempos han aparecido toda clase de alternativas que buscan disminuir el impacto ecológico del sector del transporte. Una de las alternativas, por ejemplo, es el biodiesel, el cual también se emplea como combustible en motores térmicos, solo que en este caso se obtiene a partir de mezclar aceites vegetales y alcohol.
EL BIODIESEL, RENOVABLE Y BIODEGRADABLE
Entre sus ventajas encontramos que es renovable y biodegradable, que reduce las emisiones y que es más fácil de almacenar que el etanol. Como puntos negativos encontramos que su calidad es muy variable, y que los coches térmicos necesitan adaptarse para poder funcionar con él. Aemás, suele haber problemas en su suministro debido a su procedencia agrícola.
Con el objetivo de que sea renovable, el nivel de emisiones que se liberan al consumir el combustible debe equilibrar las emisiones consumidas por las plantas en su ciclo de vida. Aunque no es tan popular como los coches que funcionan con gas natural, cada vez más productores de coches han empezado a crear coches que funcionan con biocombustibles.
Como decimos, los combustibles alternativos tienen una serie de ventajas muy asumibles para aquellos que han tenido siempre vehículos de gasolina o diésel. Todo, además, de una mejor imagen como consecuencia de una responsabilidad social visible, la reducción de costes tanto operativos como de mantenimiento, así como los diferentes incentivos fiscales y económicos planteados por los gobiernos para fomentar su uso.