La noche cae y con ella llegan nuestros rituales para conciliar el sueño. Muchos españoles utilizan su móvil hasta el último segundo antes de cerrar los ojos, y lo que parecería un hábito inofensivo podría tener consecuencias devastadoras para nuestra salud cerebral. Este comportamiento tan extendido entre jóvenes y adultos responde a una dependencia tecnológica que nos impide separarnos del dispositivo incluso durante las horas de descanso.
El acto de colocar el móvil bajo la almohada o dejarlo a escasos centímetros de la cabeza durante toda la noche se ha normalizado en nuestra sociedad hiperconectada. No obstante, los expertos en neurología y trastornos del sueño llevan años advirtiendo sobre los peligros que entraña esta costumbre, señalando efectos nocivos que van desde alteraciones en los patrones de sueño hasta posibles daños cerebrales a largo plazo. La combinación del sobrecalentamiento del dispositivo y la exposición prolongada a radiaciones cercanas al cerebro podría estar generando una tormenta perfecta para nuestra salud neuronal.
2SOBRECALENTAMIENTO: LA BOMBA DE TIEMPO BAJO TU CABEZA
Los smartphones no están diseñados para funcionar en espacios cerrados y con poca ventilación. Al colocar el móvil bajo la almohada o el colchón, se crea un entorno propicio para el sobrecalentamiento del dispositivo. Este fenómeno técnico, lejos de ser un simple inconveniente para la batería del teléfono, podría convertirse en un verdadero peligro para nuestro cerebro y para la seguridad física.
La temperatura elevada del móvil situado tan cerca del cerebro durante horas podría alterar la temperatura craneal en determinadas zonas. Los neurólogos advierten que incluso pequeñas variaciones en la temperatura cerebral pueden afectar a funciones cognitivas esenciales como la atención, la memoria de trabajo y la capacidad de resolución de problemas. Además, no debemos olvidar el riesgo directo que supone el sobrecalentamiento extremo para la integridad física, con casos documentados de incendios provocados por baterías de litio recalentadas bajo almohadas.