La infanta Cristina ha sido durante décadas la hermana más discreta de la familia real española. Mientras su padre, Juan Carlos I, era protagonista de escándalos públicos y situaciones mediáticas, ella se mantuvo bajo perfil, enfocada en su familia y labores sociales.
Sin embargo, luego de años de especulaciones, ha salido a la luz un secreto que la Casa Real intentó mantener bajo llave: su lucha contra el alcoholismo. Han informado a En Blau algunos medios cercanos al entorno monárquico que la infanta Cristina, hija menor del emérito, recibió tratamiento en clínicas de Madrid y Ginebra para tratar su adicción.
2Madrid y Ginebra han sido los destinos de la infanta Cristina para sus tratamientos secretos
Los tratamientos a los que se tuvo que someter la infanta se habrían realizado en dos etapas. La primera parte fue en la clínica madrileña especializada en adicciones de alto perfil, para este ingreso usó un nombre falso. Posteriormente, viajó a Ginebra, Suiza, donde continuaría su recuperación lejos del ojo público. Según EN Blau, estos centros de recuperación cuentan con protocolos de discreción extremos.
Aparentemente, Juan Carlos I nunca reconoció su alcoholismo, pero Cristina habría aceptado su adicción y recibió ayuda luego de una intervención familiar. Al parecer, fue Elena la encargada de convencerla de buscar tratamiento profesional. Sin embargo, ni la Casa Real ni su entorno cercano han confirmado esta información.