La Semana Santa inunda las calles de nuestro país con pasos, incienso y emoción, pero también con una amenaza silenciosa que crece a la sombra del fervor. Mientras miles de personas se concentran en torno a procesiones y eventos religiosos, los delincuentes ven en estos días una oportunidad de oro para actuar con sigilo entre la muchedumbre. Por eso, la Guardia Civil ha lanzado una alerta clara y contundente: hay que extremar la precaución para evitar ser víctima del delito más temido durante estas fechas.
Aunque cada año se repite la escena de nazarenos, bandas de música y calles colapsadas de fieles, también se repite otro patrón menos visible pero igualmente presente: carteristas al acecho, tirones de bolso, engaños en plena calle y robos exprés. La Guardia Civil, consciente del incremento de estos delitos en entornos festivos, ha emitido una serie de recomendaciones que pueden marcar la diferencia entre disfrutar o lamentar.
3La trampa de la falsa ayuda: cómo identificar un intento de robo disfrazado
Otro de los focos de alerta que la Guardia Civil ha querido visibilizar tiene que ver con los supuestos “ayudantes” en la calle. Personas que se acercan con excusas como ofrecer ayuda, señalar algo en el suelo o preguntar direcciones, pero cuyo verdadero propósito es distraer para que otro cómplice robe sin ser visto.
Estas maniobras, que en apariencia pueden parecer inofensivas o incluso amables, forman parte de estrategias delictivas muy frecuentes. “Evite choques innecesarios y sospeche de acercamientos excesivos. La cortesía no debe nublar su sentido común”, aconseja la Guardia Civil.
Especialmente sensibles a estas maniobras son las personas mayores o turistas, que a menudo se ven envueltos en estas situaciones sin saber que están siendo manipulados. Por eso, desde la institución insisten en mantener la distancia física, incluso cuando se nos acerquen con una sonrisa o una aparente buena intención.